Dosier

Introducción

Marcela Croce
Universidad de Buenos Aires, Argentina
Claudia Lorena Fonseca
Universidade Federal de Pelotas, Brasil

Introducción

Cuadernos del CILHA, vol. 20, núm. 1, pp. 15-17, 2019

Universidad Nacional de Cuyo

Introducción

La idea de organizar un número doble de los Cuadernos del CILHA sobre estudios comparados en América Latina resultó de la urgencia de postular formas alternativas (teóricas, metodológicas, prácticas) de reafirmar la unidad latinoamericana, cuando el avance del autoritarismo y el agravamiento de la crisis económica en la región amenazan con desbaratar cualquier tentativa de bloque común. Recuperamos ahora la misma frase inicial de la primera entrega, que redobla su vigencia con lo que ha ganado en dramatismo. El deshilachamiento del Mercosur y la agonía de una Unasur de la que se van retirando los miembros al cabo de los últimos años de inacción son señales inequívocas de descalabro. Sería un acto de soberbia confiar en un emprendimiento cultural como conjura de dicha situación, aunque es simétricamente evidente que constituye un gesto cobarde acompañar la debacle con la ambigüedad y la inoperancia del puro silencio.

Los estudios comparados no abrigan la pretensión ─por otra parte, irrisoria─ de corregir decisiones políticas, pero ofrecen una estrategia de supervivencia para los afanes unificadores que sostienen la idea misma de América Latina. Es conocida, en ese sentido, la actitud conmovedora de Erich Auerbach de recuperar la cultura europea cuando el nazismo la avasallaba, convirtiendo su exilio en Estambul en una fantástica indagación sobre los orígenes de la cultura occidental y cristiana. La cicatriz de Ulises excedió su condición de episodio narrativo sujeto a una hermeneusis múltiple para tornarse la semiosis de un momento mundial en que toda certeza se tambaleaba, excepto la cama construida sobre el árbol y la fe de Abraham, como demuestra el capítulo inicial de ese monumento de erudición superlativa que es Mímesis.

Una ambición mucho más limitada sostenemos –en tren de comparaciones─ desde esta América nuestra que no reza al Jehová al que tributaba el profeta bíblico sino al Jesucristo que señalaba Rubén Darío, y que no despliega las lenguas que Auerbach manejaba sino el español y el portugués en que se reconocen los colaboradores de este recuento, además de ese lenguaje particular que es el que desde las artes visuales exime al espectador de los códigos lingüísticos y apunta a construcciones en las que lo verbal oficia como justificación teórica, como apoyatura crítica o apenas como intervención en un emporio de imágenes.

Tres de los artículos comprendidos en este volumen enfatizan la posibilidad de vincular a través de las artes visuales a productores de diversas procedencias y abundan, asimismo, en esa dimensión todavía poco explorada que es la que estableció el Informe Bernheimer de la American Comparative Literature Association en 1995: la de la posibilidad de trazar un comparatismo novedoso entre códigos que no coinciden pero que logran mancomunarse, como el de la fotografía, la pintura y las instalaciones con la literatura.

El texto de David Foster se ocupa de la fotógrafa Hildegard Rosenthal y constituye un recorte de la exposición que realizó en el congreso sobre Argentina y Brasil organizado por el Instituto de Estudios de América Latina (INDEAL) de la UBA en octubre de 2018. Si en esa ocasión ─atendiendo al principio de la convocatoria y abundando en la colaboración constante que lo convierte en uno de los más queridos sostenes de los emprendimientos argentinos─ Foster trazó un paralelo entre Rosenthal y Madalena Schwartz, por el lado brasileño, y Annemarie Heinrich y Grete Stern, por el local, dando cierre a la primera jornada del encuentro, aquí se enfoca en el descubrimiento de la modernidad paulista desde el diafragma de una fotógrafa tan europea como las otras e igualmente fascinada por la potencia del Cono Sur.

El trabajo de Verónica Capasso ausculta la ciudad no ya desde los cambios urbanos y sociales que registra Rosenthal, sino desde las intervenciones iconográficas y verbales que suscitan dos hechos de violencia política extremos: la desaparición de Santiago Maldonado en medio de una manifestación de apoyo a una comunidad indígena en Cushamen (Chubut) y el asesinato de la concejal Marielle Franco en Rio de Janeiro. Las ciudades se convierten a la vez en espacios de resonancia y lugares de memoria según el concepto de Pierre Nora, que el texto pone en diálogo al establecer elementos comunes y divergentes de tales construcciones.

El artículo de Ana Bugnone opera menos sobre la inmediatez de un hecho que sobre la presencia transhistórica del racismo, el que resulta abordado aquí a partir de prácticas de denuncia que apelan a la performance y al collage como técnicas privilegiadas. Como en el trabajo previo, los indagados corresponden a Brasil y Argentina, de modo que el paulista Moisés Patrício y la porteña Mirta Toledo especifican una labor comparativa que insiste en una integración regional que parece ser más directa en el plano artístico –ejercicios visuales o musicales─ que en el literario, donde la excusa de la lengua acude a justificar olvidos y resistencias que en las últimas décadas han sido arrasados por el empeño de la traducción mutua de textos literarios y la edición de una historia comparada de las literaturas argentina y brasileña (2016-2019).

El tema racial vuelve al dossier en el texto de Mónica Barrientos, quien eleva a la mulata a “artefacto nacional” compartido por varias naciones latinoamericanas, de las cuales escoge Cuba y Brasil para poner a la par los personajes de Cecilia Valdés y la esclava Isaura. El concepto de “novelas fundacionales” de Doris Sommer acude a sostener una argumentación en la cual la mulata representa una conciliación de razas que es a su vez un consenso de clases, según el carácter lineal de una sociedad que deposita en los rasgos físicos la condición social e incluso (es el caso del ensayo positivista más virulento) la capacidad intelectual. Al tiempo que un estudio de caso puntual, el artículo vuelve sobre una problemática recurrente del comparatismo latinoamericano: el que simplifica la idea de América Latina en la aglomeración de naciones y aspira a que la literatura continental sea una selección de obras destacadas de los respectivos sistemas literarios.

Finalmente, Helano Ribeiro y Thalyta Lago abordan a Horacio Castellanos Moya, representante de una América Central que ha sido sometida a los mayores embates por parte de su poderoso vecino Estados Unidos. La “historia de los vencidos” encarada por Castellanos Moya representa una tradición latinoamericana que insiste desde la conquista de México por Hernán Cortés y continúa resonando ─como subrayan los autores─ en el continente, tanto en la desolación que expone el narrador salvadoreño en Asco como en las letras del rock brasileño que van desde Ney Matogrosso hasta Belchior para desafiar el binarismo entre centro y periferia que reduce a Latinoamérica a versión menor de un modelo supuestamente deseable y evidentemente consagrado.

Como toda muestra, esta nueva entrega del número doble de los Cuadernos del CILHA sobre comparatismo intraamericano corre el albur de la parcialidad y enfrenta el riesgo del puro arbitrio. No hay selección que pueda sustraerse a tales objeciones. Baste confrontarlas con la voluntad anfictiónica expuesta desde el comienzo como programa y con la esperanza de que esta intervención contribuya al desarrollo de una disciplina que descree de las revelaciones metropolitanas –sin descartarlas de plano, sino exigiendo la mirada crítica que reclama toda teoría─ y sigue confiando en pensar a América Latina desde América Latina.

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