Saberes y prácticas. Revista de Filosofía y Educación / ISSN 2525-2089
Vol. 7 N° 1 (2022) / Sección Artículos / pp. 1-13 /
Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Filosofía en la Escuela (CIIFE),
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo, Argentina.
revistasaberesypracticas@ffyl.uncu.edu.ar / saberesypracticas.uncu.edu.ar
Recibido: 22/10/2021 Aceptado: 20/12/2021
DOI: https://doi.org/10.48162/rev.36.043
Didactic Planning in The Multi-age
Rooms of San Carlos de Bariloche
Daniela
Gutiérrez
Instituto de
Formación Docente Continua
Bariloche (IFDC), Argentina.
danielagutierrezbariloche@gmail.com
Lucía
Barbagallo
Instituto de
Formación Docente Continua
Bariloche (IFDC), Argentina.
lubarbagallo@gmail.com
Alba Salese
Instituto de
Formación Docente Continua
Bariloche (IFDC), Argentina.
albasalese21@gmail.com
Lidia Arismendi
Instituto de
Formación Docente Continua
Bariloche (IFDC), Argentina.
ilarismendi@gmail.com
Graciela
Mastella
Instituto de Formación Docente Continua Bariloche (IFDC), Argentina.
gracielamaste@gmail.com
Resumen.
Este
artículo presenta el informe final de una investigación
que ha surgido a partir
de la observación situada en aquellos jardines de infantes de
San Carlos de
Bariloche en los cuales las estudiantes realizaban las prácticas
de enseñanza. Al
relevar los modelos organizacionales de las instituciones educativas de
primera
infancia se observa que presentan variadas organizaciones en la
conformación de
las grupalidades. A partir de ello, nos propusimos profundizar en las
salas
multiedad, y analizar las formas en que se lleva a cabo la
planificación
didáctica en las mismas. Hemos fundamentado la propuesta de
investigación desde
el paradigma de la diversidad cultural de la UNESCO (2002), haciendo
énfasis en
la educación desde el enfoque pedagógico “que
contemple la diversidad como
condición inherente al ser humano” (Anijovich, 2019, p.
21). Mientras que,
desde lo metodológico, seleccionamos especialmente un enfoque
cualitativo, si
bien consideramos aspectos cuantitativos necesarios para la tarea. En
relación
a las planificaciones que acompañaban estos cambios - en
términos generales -
observamos que revestían diferentes formatos, pero en todos los
casos se las
consideraba como proceso de construcción dinámico e
interactivo. La
intencionalidad de esta investigación fue la construcción
de nuevos saberes que
aporten y enriquezcan la didáctica específica de la
educación inicial.
Palabras clave.
Modelos organizacionales, salas multiedad, planificación
didáctica, Educación
inicial.
Abstract. This
article presents the final report of an investigation that arose from
the
observation located in the kindergartens of San Carlos de Bariloche
where the
students carried out their teaching practices. We find that the
organizational
models of early childhood educational institutions present a series of
transformations in terms of the formation of groups. Based on this, we
set out
to inquire about multi-age rooms, and the ways in which they are
planned. We
have based the research proposal from the paradigm of cultural
diversity of
UNESCO (2002), emphasizing education from the pedagogical approach
"that
considers diversity as an inherent condition of the human being"
(Anijovich, 2019, p. 21). While from the methodological point of view,
we especially
select a qualitative approach, although we consider quantitative
aspects
necessary for the task. In relation to the plans that accompanied these
changes
- in general terms - we observed that they covered different formats,
but in
all cases they were considered as a dynamic and interactive
construction
process. The intention of this research was the construction of new
knowledge
that contributes and enriches the specific didactics of initial
education.
Keywords.
Organizational models,
multi-age rooms, didactic planning, Initial education
En el
presente artículo incluimos los aportes de la
investigación cuyo informe final
fue presentado en el año 2019. El estudio comenzó en el
marco de la Unidad Curricular
del Taller IV y Prácticas Profesionales del Profesorado de
Educación Inicial
del Instituto de Formación Docente Continua de San Carlos de
Bariloche en el
año 2017. Durante el trabajo de campo en las escuelas asociadas
donde las y los
estudiantes realizaban sus prácticas pedagógicas de la
residencia, observamos
como profesoras y tutoras de dicho espacio de residencia diversos
modelos de
organización en los Jardines de Infantes. Esta mirada sobre el
territorio nos
generó interrogantes acerca de los múltiples formatos
organizacionales y cómo
éstos podrían incidir en las formas de diseñar la
enseñanza: ¿de
qué manera la planificación se ajusta a
los cambios y acompaña las prácticas de enseñanza
para los distintos tipos de
agrupamientos?; ¿cuáles son los principios sobre los que
sustentan las docentes
sus decisiones didácticas?; ¿cómo se planifica de
manera específica para las
salas multiedad?; ¿cuáles son sus particularidades?;
¿cómo escriben esas
acciones y prácticas las docentes? Y ¿cuáles son
los marcos teóricos que
sustentan las maneras de planificar?
Nuestra
inquietud central se vinculó con localizar las coordenadas y
esos puntos de
encuentro e intersección entre la planificación
didáctica y el formato
organizativo institucional. Nos interesó conocer, analizar y
profundizar en los
Jardines de nuestra ciudad que adherían al modelo relacionado a
las salas
multiedad para la primera infancia.
Inicialmente
indagamos acerca de los conceptos centrales para la
investigación tales como:
modelos organizacionales y planificación didáctica. Esto
nos llevó a volver
sobre algunos aspectos de los orígenes de la educación
inicial, haciendo
hincapié en continuidades y rupturas de la historia del nivel.
A
posteriori, se indaga sobre las modalidades de organización de
las
instituciones educativas de primera infancia dependientes del Consejo
Provincial de Educación. Los datos iniciales los obtuvimos a
través de
encuestas que nos dieron un panorama global de la situación.
Así,
profundizamos cualitativamente en el tema a través de dos
técnicas
metodológicas: la observación participante y el Focus
Group.
El análisis de los datos
obtenidos nos llevó a visualizar algunas particularidades de las
planificaciones vinculadas con la diversidad, la flexibilidad, la
articulación
e interacción entre el diseño de la planificación
y la práctica pedagógica.
Esta investigación nos
permitió generar nuevos saberes que pueden impactar en la
formación docente
inicial, así como también, en la formación
permanente de profesores de
educación inicial. Consideramos que, comunicar hallazgos de esta
investigación
nutre la problemática para la discusión de nuevos
constructos teóricos.
En la
búsqueda del estado del arte, nos encontramos con una vacancia
sobre la
planificación didáctica y sus particularidades para los
agrupamientos
multiedad.
Tomamos
como marcos conceptuales los ejes de la presente investigación:
por un lado,
los modelos organizacionales y por otro, la planificación
didáctica desde
distintos autores, corrientes pedagógicas como puntos de
referencia para dar
inicio a la misma.
Consideramos que un modelo
organizacional se refiere a “las diferentes formas que asumen las
propuestas
educativas considerando las variables de espacios, tiempos y
agrupamientos.
Estos modelos se constituyen como estructuras amplias e
interrelacionadas, en
este caso para la educación de niños de 0 a 5
años” (Laffranconi, 2011, p. 25).
Una problemática que encontramos en la búsqueda de marcos
teóricos sobre
Modelos organizacionales es la escasa sistematización que existe
en torno a
este tema; algunos autores sugieren avanzar en esta tarea, promoviendo
la
investigación a partir de la indagación en la variedad de
diseños en el campo
de los modelos organizacionales (Lafranconi, 2011).
Algunas
instituciones educativas presentan formatos tradicionales y otras
varían
tensionando, generando rupturas y promoviendo otras maneras de
organizar las
instituciones de primera infancia, interpelando así el
dispositivo escolar
moderno.
El Nivel
Inicial desde sus inicios y a lo largo de la historia, presentó
diversas
concepciones, objetivos, funciones, necesidades que han dejado huellas,
saberes
y maneras de organizar la enseñanza. Todas estas
características han generado
tradiciones que aún hoy perduran con fuerza y otras que se
empiezan a
cuestionar, mirar o modificar.
En este sentido,
recuperamos el aporte inicial de Mary Mann (1870) durante la
presidencia de
Sarmiento, quien recomendaba concebir y, en consecuencia, organizar los
jardines de infantes tomando como modelo el formato institucional que
venía
desarrollando la escuela primaria. Durante la década de 1870,
Mary Mann le
escribió a Sarmiento acerca de la importancia de establecer
jardines de
infantes en la Argentina “como apuntalamiento de sus escuelas
primarias” al
mismo tiempo que resaltaba la necesidad de promulgar el verdadero kindergarten alemán.
Asimismo, destacamos la
metodología de María Montessori quien reúne en sus
aulas a niños y niñas de
edades diversas: menores de 3 años, de 3 a 6 años y de 9
a 13 años. Dicha
pedadoga pone en valor un ambiente amplio, abierto, ordenado,
estético, simple,
real, donde cada elemento se ubica con intencionalidad
pedagógica. Esta
organización favorece tanto el trabajo grupal como el
individual, respetando
los ritmos propios de cada estudiante. De esta manera, se genera un
clima de
confianza y respeto favoreciendo que el proceso de enseñanza y
aprendizaje se
desarrolle de manera armónica y fluida, estimulando la
autodisciplina, la
libertad, la cooperación espontánea, el deseo de
aprender, el respeto mutuo y
la interacción entre pares. La escuela nueva desarrollada en
Argentina desde
1930, tomó como referencia a esta propuesta y adhirió a
principios pedagógicos
de diversos pensadores como Dewey, Ovidio Decroly, Jean Piaget, entre
otros. Algunos
de los docentes que sostuvieron estas prácticas del
escolanovismo fueron las
hermanas Olga y Leticia Cossetini, Luis Iglesias, José Rezzano,
Clotilde
Guillén de Rezzano, Celia Ortiz de Montoya, Bernardina Dabat de
López Elitchery
y Florencia Fossati.
En las escuelas rurales
argentinas, se recupera el trabajo en grupos heterogéneos en
cuanto a las
edades que lo conforman, pudiendo ser sala multiedad o plurigrado entre
los
formatos más frecuentes. Las sistematizaciones que realizaron
los docentes
sobre sus experiencias en la ruralidad generaron aportes relevantes al
momento
de pensar en la conceptualización de la práctica las
cuales compartimos a
continuación como referencias primordiales.
En este marco el maestro Luis
Iglesias, a partir de su labor como educador en la Escuela Rural
Unitaria N° 11
de Tristán Suárez, Pcia. de Buenos Aires, elaboró
propuestas didácticas
renovadoras enfrentando al normalismo de cuño positivista de la
época, en todas
las áreas de la educación básica, que luego
volcó en obras como “La Escuela
rural unitaria” o “Los guiones didácticos”,
entre otras. Su propuesta
pedagógica consistía en disponer una escuela atractiva,
donde la ayuda mutua y
la autoconducción mediante guiones que “permitían
un trabajo sin la
intervención constante del maestro y donde la expresión
de las vivencias
personales eran el punto de partida de la enseñanza”
(Caruso ,1995, p. 14).
Esta mirada sobre el grupo, pero teniendo en cuenta las
individualidades,
permitía a Iglesias desglosar en los guiones las particulares
formas de
aprender de los niños y niñas según sus
trayectorias
En esta
dirección es necesario también mencionar la experiencia
de Olga y Leticia
Cossettini, en la provincia de Santa Fe (Escuela activa). Las
propuestas
pedagógicas de las hermanas Cosettini se basaron en los centros
de interés,
trabajos en subgrupos homogéneos y a la vez flexibles en
función de su
asignatura y tarea, la ayuda mutua y la autocorrección.
Las
propuestas anteriormente mencionadas, tienen su fundamento en la
corriente
pedagógica de la Escuela Nueva, y contemplan flexibilidad en los
agrupamientos.
Tienen como principio favorecer procesos de autonomía creciente,
el
acompañamiento del docente, las formas particulares de las
planificaciones en
tanto se ajustan a lo individual y a lo grupal, la narrativa docente y
considerar
al sujeto que aprende desde una posición dinámica,
activa, creadora,
participativa y dialógica.
Esto
implicó pensar en estrategias específicas acordes al
contexto de las
comunidades, teniendo en cuenta las características
geográficas, económicas,
culturales de cada lugar; considerando la necesidad de revertir grandes
diferencias, que durante mucho tiempo han asignado a las comunidades
educativas
rurales. Por tal motivo la Ley Nacional de Educación, aprobada
por el Congreso
Nacional en el año 2006, contempló como necesidad y
desafío educar en la
ruralidad como una modalidad dentro del sistema educativo. Esto puso en
juego
la necesidad de avanzar en la universalización en el acceso a la
educación
inicial y resignificar las prácticas de enseñanza.
Observamos
hoy que las salas multiedad ya no son privativas de las zonas rurales y
no
responden solamente a motivos de matrícula. Es así que se
van conociendo
experiencias que surgen desde el valor de la diversidad y
heterogeneidad,
reconociendo este modelo organizacional como potencialmente rico para
la
educación inicial. Desde esta perspectiva tomamos como
referencia el texto de
Laura Pitluk (2013) sobre la temática, donde define la
diversidad como
potenciador en los procesos de aprendizaje.
Docentes
de nuestro país han puesto en marcha este tipo de experiencias y
coinciden en
sostener que la diversidad enriquece las posibilidades de
enseñanza y
aprendizaje, permite compartir información de la que los
niños y niñas más
pequeños no disponen y propicia diferentes maneras de abordar y
resolver
situaciones de aprendizaje.
Las salas multiedad desafían el
principio pedagógico histórico de que la
conformación de grupos homogéneos
puede igualar oportunidades. Estas nuevas experiencias se sustentan en
principios
basados en el valor de las diferencias, en la consideración de
las trayectorias
personales, en la diversidad de puntos de partida, de los contextos
socio-culturales de procedencia y en la búsqueda de
conformación de grupos
donde se potencien las posibilidades de aprendizaje de cada
niño/a, sin perder
de vista la importancia del valor de lo colectivo en la
formación de los
sujetos, y dando paso a la pluralidad desde las experiencias
didácticas.
Podemos destacar diversos
autores que en la actualidad recuperan los principios
pedagógicos para la
justificación de la implementación de las salas multiedad
en base a la
policronía grupal. Resaltamos que estos referentes resignifican
los aportes
teóricos de Bruner (1990) quien sostiene que en estas formas de
agrupamiento se
favorece el andamiaje
[1]
de manera
permanente en los estudiantes y a Vygotsky (1979) en relación a
sus trabajos
sobre la zona de desarrollo próximo (ZDP)
[2]
.
Las salas multiedad se conforman
de diversas maneras teniendo en cuenta sus características,
particularidades y
según se ubiquen en zonas urbanas, rurales, de islas,
etcétera. Así mismo
existen algunas variables que la determinan: el rango de edad, la
cantidad de
niños y niñas, los parentescos entre ellos. Buscando
antecedentes históricos,
encontramos un trabajo de Veenman (1995) sobre las non
graded school, quien distingue diferencias entre los conceptos
multigrado, plurigrado o non graded
como los agrupamientos que se organizan por una disposición
administrativa de
aquellas llamadas multiedad que se distinguen por anclarse bajo una
decisión
específicamente didáctica y pedagógica. Partiendo
de esta distinción, podemos
afirmar que, el Diseño Curricular para la Educación
Inicial (2019), visibiliza
y acompaña las decisiones pedagógicas y didácticas
que se desarrollan en
nuestra provincia, ya que sostiene que:
La
conformación de agrupamientos de los niños y las
niñas dependerá de la variedad
de tareas. Resulta rico y dinamizador pensar en la diversidad y
alternancia
proponiendo las actividades para desarrollar en pequeños grupos,
homogéneos y
heterogéneos (según los propósitos docentes),
grupos de edades integradas,
salas multiedad, como alternativas positivas y favorables que
enriquecen y
amplían el intercambio, la participación de los
niños y las niñas en contexto
de vida que resultan beneficiosos.
(DC,
2019, p. 35)
Hay numerosos aportes que
sostienen estas prácticas, pensándose en los procesos de
inclusión que buscan
generar espacios de enseñanza que fomenten las trayectorias
escolares
(Resolución CFE Nº 174). En esta línea se comienzan
a generar formatos
institucionales que rompen con los modelos tradicionales
(homogeneizantes,
graduados, masivos) para desarrollar otras formas de enseñanza,
de
organizaciones escolares y áulicas.
Es esta una modalidad que
posibilita una forma de ser y de actuar, de educar y de formar. Este
pensamiento pedagógico se basa en el principio central de la
complejidad, en la
concepción de sujeto y de sociedad. No es una técnica, se
trata de un
paradigma, un modo de pensar la educación. Se da sentido a lo
diverso en los
contextos socio históricos actuales, se piensa en clave de
derechos
individuales y sociales.
En el diseño curricular jurisdiccional,
se sostiene la importancia de reconocer y valorar los aprendizajes de
los niños
y de las niñas de manera policrónica, las mismas son
contingentes y no se
pueden prever en términos de logros por períodos de
tiempos definidos de manera
externa. Es decir, no queda sujeto a las expectativas de logro por
edad, sino
hace referencia a las trayectorias individuales y a la diversidad.
En este sentido, el diseño
curricular provincial en el apartado sobre evaluación, recupera
a Flavia Terigi
en tanto que todos los niños y las niñas realizan sus
aprendizajes en modos y
tiempos personales; por lo tanto, las trayectorias implican recorridos
heterogéneos y variables.
Vamos a
defender en algún sentido la idea de múltiples
cronologías de aprendizaje,
entonces el problema para quienes trabajamos como docentes para ser un
problema
que tiene dos caras. Por un lado, cómo ampliar las
cronologías, cómo salir de
la idea del aprendizaje monocrónico para sostener más
cronologías de
aprendizajes múltiples y diversas que conduzcan a la larga a
resultados
equivalentes. (DC, 2019, p.39)
En esta
línea, se invita a reflexionar en la organización escolar
por edades
heterogéneas en el marco de las salas multiedad construyendo
experiencias que
nos motivan como docentes a investigar los fundamentos, valorando este
pilar
fundamental de la Didáctica de la Educación Inicial.
Entendemos
“la planificación como derecho: si no hay
planificación previa, este derecho a
la educación, y con ella al conocimiento, queda severamente
interpelado”
(Candia, 2010, p. 22). Nuestra base se entreteje con la perspectiva
filosófica
sobre planificación acuñada por Carlos Matus (1985) quien
sostiene que “la
planificación, creo yo, si nos olvidamos del concepto estrecho y
tradicional de
planificación, se inserta dentro de las conquistas de libertad
más grandes que
puede perseguir el hombre.” (p.7)
Esta
mirada del autor nos posiciona desde un lugar más amplio y
profundo, cargando
de sentidos la planificación. Más allá de que
ésta constituya un instrumento
práctico que nos permite organizar la enseñanza, es un
diseño didáctico
sustentado en fundamentos en el que se entrecruzan aspectos
ideológicos,
políticos, históricos y sociales. En tal sentido, la
planificación es un
organizador de la tarea pedagógica que se despliega en distintos
niveles de
concreción: institucional, áulico y en relación a
la comunidad educativa.
Partimos
de la concepción de planificación como hipótesis
de trabajo desarrollada por Rita
de Pasquale y otros (2006), quienes establecen una primera
diferenciación entre
esta perspectiva y el modelo detallado de la práctica. Este
último describe las
acciones sin posibilidades de revisión, mientras que el modelo
de Hipótesis de trabajo, está abierto a
la
corroboración, la crítica y la modificación.
Asociamos
esta mirada al concepto de “ideación” de Ruth Harf
(2000) dándole especial
importancia al proceso de pensamiento previo a la instancia de la
escritura de
la propuesta de enseñanza. El producto de esta ideación
dará lugar a la
planificación formal. Es posible considerarla como diseño
creativo que da paso
a lo que llamaremos “arquitectura didáctica”,
aludiendo a las “formas” en que
se diseña la planificación (redes, grillas, listados,
narrativas, etc.).
Tomamos como referencia la definición de arquitectura escolar
como “técnica y
estilo con los que se diseña, proyecta y construye”. Coincidimos
en
las palabras de Diana Urcola, Mónica Kac y María
Renée Candia (2018, p. 3): “Imaginemos
al docente, cual arquitecto que diseña su obra, utilizando
diferentes bocetos
que va superponiendo hasta llegar al diseño final”. La
idea de obra en
construcción, bosquejos, diseños, proyectos siempre en
movimiento, remite a las
formas personales de diseñar la planificación.
Preguntamos entonces, de qué
manera las formas visibles de una planificación, manifiestan la
forma
particular de comunicar el pensamiento pedagógico y
didáctico, las
representaciones de las infancias, y de las representaciones de lo que
es
enseñar y aprender por parte del docente. En este punto el
debate queda abierto
a posibles recorridos siempre personales e institucionales, gestados
desde los
acuerdos didácticos o sobre formas particulares de concebir la
educación en los
aspectos anteriormente mencionados.
El
carácter flexible es el que da la posibilidad de incluir la
realidad siempre
compleja y dinámica asumiendo una lectura crítica del
acontecer áulico. De esta
manera coincidimos con Ruth Harf (op. cit.) cuando plantea la no
necesidad de
“torcer” la práctica cotidiana para lograr
“incrustarla” de acuerdo a lo
previamente planificado. En relación con esta idea entendemos
que es preciso
hacer una lectura constante de aquello que va sucediendo en el aula con
las
propuestas de enseñanza. Esto lleva a considerar la
dimensión de incompletud.
La planificación siempre es una instancia incompleta que se
proyecta a la
práctica en una suerte de búsqueda de continuidad, la
escena didáctica in situ
sorprende, modifica, condiciona y transforma 5(Urcola, Kac
y Candia,
2018). En este sentido, es preciso mencionar que dichas modificaciones
se verán
reflejadas en la planificación didáctica, más
precisamente en algunos elementos
que la componen, a saber: contenidos, estrategias metodológicas,
recursos o
materiales para la enseñanza y la evaluación, pero
sosteniendo los fundamentos
y los propósitos de la propuesta didáctica.
La
planificación puede iniciarse desde cualquiera de sus
componentes, pero en
todos los casos requieren de un hilo conductor, que les de
lógica,
articulación, y sentido. Algunos autores coinciden en la idea de
guión: Luis
Iglesias refiere a “la enseñanza guionada o guión
didáctico”, Candia, Kac y
Urcola lo definen como “guión argumental”, mientras
que Bombini, habla de
“guion conjetural”. No obstante, si bien cada autor refiere
al concepto de
guión, cada uno de ellos remite a características
particulares tal como lo
mencionamos anteriormente.
Por lo
dicho, articulamos estas ideas con el guión conjetural de
Bombini como forma de
escritura narrativa, el guión argumental como
“diseño creativo que va a
sostener todo el desarrollo de la propuesta. El guión se
convierte en el gran
hilo conductor que le otorga sentido a la sucesión de
actividades inscriptas en
cada propuesta. La enseñanza guionada posibilita un abordaje
amplio donde el
educador se ve implicado e interpelado respecto a sus deseos,
experiencias y
propósitos. En definitiva, es la narrativa docente en cualquiera
de sus
expresiones la que posibilita dar forma y contenido a las propuestas
didácticas. Consideramos a la planificación como un
documento público, que
devela posicionamientos políticos e ideológicos, que
intervienen en el proceso
creativo de construcción y diseño de aquello que se
quiere enseñar.
Desde un
enfoque mixto y un paradigma crítico se trabajaron encuesta y
focus group. Estas
técnicas permitieron obtener información, organizarla y
sistematizar datos para
abordar así nuestro objeto de estudio. Al comienzo de la
investigación pensamos
trabajar con estudio de casos, analizando las prácticas
organizacionales de
algunas instituciones educativas ya que nos permitiría
profundizar ciertos
aspectos referidos a la investigación propuesta (Wassermann,
1999). Nuestro
propósito en ese momento giraba en torno a realizar una
investigación de corte
cualitativo, consideramos necesario para acercarnos al objeto de
estudio hacer
una revisión actualizada de los formatos que se desarrollan hoy
en nuestra
localidad. Para ello, tuvimos que incluir aspectos cuantitativos
(Sirvent,
2005), que nos permitieran contextualizar el objeto de estudio. Para
tal fin,
acordamos realizar una encuesta que nos brindara datos
específicos, que nos
permitieran comprender la realidad actual de los jardines de Infantes
de
nuestra ciudad.
Para
poder avanzar con la investigación y teniendo en cuenta los
datos cuantitativos
y cualitativos antes mencionados, decidimos realizar una encuesta a todas las Instituciones Educativas
de Primera Infancia (en adelante usaremos las siglas IEPI) de San
Carlos
Bariloche, de ámbitos públicos, privados y de
gestión social. La misma fue
elaborada y construida por las profesoras que realizan esta
investigación, y se
sumaron también aportes e inquietudes de los equipos
supervisivos de la
localidad donde se dan a conocer la temática expuesta y se les
comparte las
preguntas que nos permitirían conocer con datos precisos la
cantidad de
instituciones que trabajan con este formato de salas multiedad, como
así
también el año de surgimiento, fundamentos, marcos
teóricos, entre otros.
Algunas
de las preguntas realizadas tuvieron como objetivo brindar datos
cuantitativos de la realidad y otras operaron como
cuestionamientos sobre supuestos basados en la observación del
campo. Estos
supuestos se transformaron en objeto de análisis y estudio
comparativo en
función del formato organizacional tradicional del Nivel
Inicial.
Algunas
de las preguntas fundamentales de la encuesta fueron: a)
¿Cuántas salas hay en
el Jardín? esta pregunta nos permitiría conocer la
cantidad de salas y
consiguientemente la complejidad institucional; b) ¿cómo
se organizan los
grupos? (por edad, multiedad, intereses, etcétera), el modelo
organizacional es
uno de los focos de la investigación que nos permitirá
conocer las variables
territoriales; c) ¿A partir de cuándo se empezó
con esta organización?, esta
pregunta nos orienta en tanto la comprensión del contexto
sociohistórico,
político y pedagógico que enmarcan las prácticas
institucionales; d)¿cuál es el
sentido de la concreción del formato multiedad?, a partir de
esta pregunta se
abren las posibles teorías y normativas que sostienen las
diferentes formas de
organización institucional; e) ¿Se mantienen estos grupos
durante todo el año?
(cambios de dinámicas semanales, quincenales, diarias,
mensuales), además de
los formatos o modelos organizacionales, existen otras formas de
agrupamientos
que son propias de las instituciones en el cotidiano de las salas con
cierta
periodicidad o ritmo; f) en los grupos conformados (de una misma edad o
multisala) se producen rotaciones o cambios de docentes, de alumnos de
docentes, de sala, ¿de qué manera se producen?, esta
pregunta nos orienta a la
comprensión de la periodicidad de las conformaciones grupales y
a los ritmos
institucionales.
Para la
comprensión y la comunicación de los datos recabados
decidimos realizar
gráficos estadísticos que visibilizaran los resultados de
la encuesta.
Una vez
recabados los datos cuantitativos que nos permitieron contextualizar y
ponderar
el porcentaje de salas multiedad en nuestra localidad, avanzamos hacia
los
datos cualitativos para el análisis posterior de la realidad
territorial. La
investigación nos llevó a visualizar a la
planificación como una problemática
de los/as docentes y una necesidad de generar espacios de
formación permanente
sobre esta temática en función de los cambios de la
práctica. Propusimos
entonces, un proyecto con modalidad de taller de indagación,
reflexión y
producción colectiva de conocimientos que tuviese a su vez un
impacto en la
investigación. El foco fue conocer cómo la
planificación didáctica acompaña y
sostiene las prácticas de las salas multiedad repensando su
lugar, sentidos y
particularidades. En este proceso, consideramos fundamental partir de
los
saberes y haceres cotidianos de las/los docentes, en una
construcción conjunta
para comprender y proyectar la enseñanza. Para realizar el
análisis y las
definiciones conceptuales puestas en diálogo entre la sala
multiedad y la
planificación didáctica, tomamos los aportes de los
docentes vertidos en el
dispositivo de focus group. Partimos de la premisa de triangular las
voces de
las educadoras (saberes prácticos del oficio docente), el
análisis didáctico de
sus planificaciones y la construcción conceptual de la presente
investigación.
Esta
instancia posibilitó volver a mirar las propias planificaciones,
desarmar, des-
ocultar, visualizar lo que subyace y lo que se explicita. Pudimos
observar lo
que tan claramente Gloria Edelstein aporta:
La reflexión, tal como es
entendida, implica
un esfuerzo en una inmersión consciente de un sujeto en el mundo
de su
experiencia, un mundo cargado de connotaciones, valores, intercambios
simbólicos, correspondencias afectivas, el mundo social en
él incorporado. En
tal sentido, instancias que comprometen el diálogo consciente
con uno mismo y
con los demás ayudan a tomar conciencia de creencias, intereses
individuales y
colectivos, analizarlos y asumir frente a ellos una postura
crítica.
(Edelstein, 2000, p.2)
El
equipo de investigación, a partir de este proceso visualizamos
nuevas preguntas
que quedaron abiertas y con la necesidad de seguir profundizando en el
tema. A
nuestro entender no se registraron criterios diferentes por parte de
las
docentes a la hora de planificar para las salas multiedad, dado que no
fue
percibido por ellas como una necesidad. El Focus Group o
grupo de discusión considerado “como una
técnica no
directiva que tiene por finalidad la producción controlada de un
discurso por
parte de un grupo de sujetos que son reunidos, durante un espacio de
tiempo
limitado, a fin de debatir sobre determinado tópico propuesto
por el
investigador”. (Krueger, citado por Gil Flores, 1991, p. 200).
Los
datos producidos por este procedimiento son portadores de
información sobre las
prácticas y problemáticas cotidianas del hacer docente
que involucra
preocupaciones, sentimientos y actitudes de los participantes sin que
éstos se
sientan condicionados por las concepciones previas del investigador.
La
propuesta consistió en convocar a dos encuentros a docentes de
cuatro
instituciones educativas: Jardines de Infantes Públicos y de
Gestión Social de
distintos contextos que tuviesen a cargo salas multiedad. Ello
resultó
altamente enriquecedor porque nos permitió bucear en las capas
más profundas de
las prácticas y su reflejo en los diseños de la
planificación. Consideramos que
las decisiones metodológicas habilitaron la
visibilización de aspectos
fundamentales para el análisis de las características y
elementos que son parte
constitutiva de las planificaciones en las salas multiedad. Las
respuestas de
las docentes permitieron reflexionar y considerar aspectos de la
planificación
que aparecen como ocultos, invisibilizados o naturalizados.
A continuación,
hallazgos interesantes en torno a la investigación.
De las
instituciones educativas de primera infancia que participaron del
estudio en
San Carlos de Bariloche, podemos decir que, el 42% responde a un
formato de
organización por salas multiedad. El 32% las salas están
separadas por edades
iguales y el 26% restante, responde a un formato mixto; durante el
turno mañana
las salas están separadas por edades iguales y por la tarde se
fusionan con
edades diferentes, lo que denominamos salas multiedad. Estos
agrupamientos se
organizan según decisiones institucionales que se toman en
relación en relación
a la realidad educativa, a la cultura institucional en la que cada una
está
inmersa.
La
mayoría de las instituciones en la encuesta muestran que a
partir de la Ley
Nacional de Educación 26.206 en el año 2006 donde se
reflexiona sobre los diferentes
formatos que asumen los espacios educativos destinados a la primera
infancia y
se habilita la posibilidad de pensar y gestionar modelos
organizacionales que
superen el dispositivo escolar moderno, pensando en que se puede
organizar una
institución que responda a una diversidad de criterios y que
trascienda la
variable de la edad, adaptando formas flexibles y menos tradicionales.
En
cuanto a los datos sistematizados en relación al focus
group sobre planificación en salas multiedad y retomando
nuestras hipótesis iniciales, observamos que las docentes no
mencionaron
diferencias entre la construcción de las planificaciones para
salas multiedad y
las de salas por franja etaria (llamamos de esta manera a las que
corresponden
al momento de inscripción que va de julio a julio en el tramo de
un año). Sin
embargo, al analizar esta información encontramos indicios de
algunas
particularidades que se expresaron a la hora de hablar de la
programación de la
enseñanza para estos agrupamientos.
Detallamos
a continuación algunas de las características mencionadas
por las docentes:
“adaptación de actividades”, “ajustar la
planificación”, “actividades
abiertas”, “cambios en la planificación
acompañando el ingreso de niños/as de
distintas edades”, “la multitarea como modalidad
privilegiada de trabajo”, “la
diversidad se ve en la evaluación, no en la
planificación”, “propuestas amplias
y construcciones colectivas”. Asimismo, teniendo en cuenta los
componentes de
la planificación (la fundamentación, los
propósitos, los contenidos, las
estrategias metodológicas, los recursos, las actividades y la
evaluación)
surgen algunos principios claves en instancia investigativa:
Lo
innegociable es el propósito. Observamos
que los propósitos se sostienen como ejes de sentido
irrenunciables y las actividades, estrategias, tiempo, espacio y
agrupamientos
se constituyen en dimensiones variables que se van redefiniendo en el
devenir
de la práctica.
La
planificación se termina armando con los chicos:
cambia cuando el interés es muy grande o algo irrumpe. Esta idea de incompletud, se manifiesta en
relación a la
planificación puesta en marcha, en la relación docente,
alumno y conocimiento.
El tiempo
cambia en relación a las planificaciones
tradicionales. El tiempo es una variable
que se
piensa, por un lado, en función de los tiempos de aprendizaje y
singularidades
de los niños y niñas y por otro en los ritmos grupales
No
pensás en la edad. Pensás en el grupo. Antes se diseñaba pensando en aspectos
madurativos; se planificaba
para los 4 años y para los 5 años por separado. Al
respecto, se enfatiza en la
grupalidad antes que lo etario.
Las
actividades son más ricas y variadas. Apuntan a la variedad y amplitud de las propuestas para
que sean
atractivas para todos y todas.
Los
docentes tenemos que tener más estrategias que en
una sala por edad. El guión
conjetural, visibiliza
y pone énfasis en la descripción de las estrategias
docentes.
En la
evaluación aparecen las estrategias que
utilizamos durante el desarrollo de las propuestas.
Se amplían en la evaluación aquellas estrategias que no
aparecen en la
planificación formal.
Planificamos
en multitarea: Tema, contenidos y propósitos. La
multitarea es una de las
formas privilegiadas de organizar los agrupamientos para la
realización de las
actividades.
En las
evaluaciones aparecen las adecuaciones (Tiempo, actividades
y
estrategias).
La
evaluación requiere agudizar la observación.
La observación aparece como
rasgo distintivo para evaluar los aprendizajes y la enseñanza.
Los
contenidos se ven afectados por las decisiones institucionales. Trabajamos desde la articulación y
globalización de contenidos. Respecto
de las
actividades, las docentes manifiestan que no las describen en detalle,
pero
sostienen que se van modificando, complejizando y enriqueciendo en
función de
la interacción con el grupo. “A
veces las trayectorias, los años de experiencia hacen que
omitamos cosas en las
planificaciones que damos por sentadas”, consideramos que en este
punto las
docentes hacen referencia a la cualidad de flexibilidad que
desarrollamos
anteriormente.
La presente investigación ha
estado impregnada de interrogantes, análisis, discusiones y
vastas reflexiones;
las mismas son las que hoy toman forma, permitiéndonos construir
y realizar
algunos aportes a la formación inicial docente desde nuevos
enfoques. El
proceso antes mencionado nos llevó a “desarmar”
algunas concepciones arraigadas
desde los comienzos de la historia de la Educación,
posibilitándonos ampliar la
mirada en torno a nuestros supuestos iniciales. De este modo, nos
encontramos
debatiendo temáticas estructurales y profundas acerca de la
enseñanza en la
agenda didáctica actual.
Desde esta perspectiva, fuimos
construyendo algunas definiciones en torno a nuevos paradigmas. Esta
decisión
nos desafió a ampliar algunos aspectos de la
investigación tomando en cuenta la
complejidad. Siguiendo a Edgar Morin (1999, p. 15) “el
conocimiento de las
informaciones como elementos aislados son insuficientes. Hay que ubicar
las
informaciones y los elementos en su contexto para que adquieran
sentido”. De
esta manera, reconoce que “el conocimiento debe enfrentar la
complejidad (…) y
que hay complejidad cuando son inseparables los elementos diferentes
que
constituyen un todo”.
Dicha complejidad se ve
reflejada en los procesos de configuración de los agrupamientos
dados a lo
largo de la historia de la educación. Creemos que es importante
interpelar al
paradigma de la homogeneidad y la gradualidad creada de manera fundante
por
Comenius en su Didáctica Magna. Dicha interpelación lleva
a reconfigurar las
formas de pensar la enseñanza, en este caso de la
Educación Inicial.
A partir de esta investigación,
hoy sostenemos que la edad no determinaría un criterio de
agrupamiento.
Fundamentamos esta posición en el reconocimiento de la
diversidad y las
singularidades de cada niño y niña y en la
valoración de la diferencia y la heterogeneidad
de los grupos.
En este sentido, recuperamos
nuestra premisa inicial y nos planteamos una diferenciación en
tanto ya no sólo
hablaremos de “multiedad”, sino de “grupalidad”
en un sentido amplio.
La multiedad está pensada como
configuraciones basadas en criterios etarios (distintas edades). La
grupalidad
se presenta como una propuesta superadora que incluye este aspecto,
pero no la
determina. Tomando los aportes de Souto (1993), se define al grupo como
una
“estructura formada por personas que interactúan en un
espacio y tiempo común
para lograr ciertos y determinados aprendizajes en los alumnos a
través de su
participación” mientras que la grupalidad es entendida
como: “campo atravesado
por múltiples inscripciones subjetivas, intersubjetivas,
sociales, históricas,
institucionales y con especificidades propias”. Desde esta
visión, entonces, el
sujeto conserva su singularidad y a su vez participa en la
construcción de esos
espacios.
¿Cómo pensar entonces la
planificación en función de estas múltiples
grupalidades? Una de las
características fundamentales desarrolladas en la
investigación es la flexibilidad
que se sustenta en los cambios y modificaciones que irrumpen en la
práctica
cotidiana y repercuten en la toma de decisiones en relación a
tiempos, ritmos
singulares, estrategias, recursos, contenidos, o cualquiera de los
componentes
que orientan y dan sentido a las prácticas de enseñanza.
Otro aspecto a considerar en
estas conclusiones es el rasgo que mencionan las educadoras, como planificación abierta. En este sentido,
acuñamos el concepto de planificación
continua entendida como un proceso que incluye tres instancias que
se ponen
en diálogo en forma permanente: la instancia de ideación
y diseño, de
implementación y de evaluación.
Planteamos
que estas instancias, se dan en forma continua y espiralada acorde a
las
decisiones que se van tomando en la interacción con el grupo de
niños y niñas.
Sostenemos algunas definiciones conceptuales que nos permitirán
articular y
entrelazar la manera en que se piensa una planificación y
cómo ésta cobra vida
y se termina de construir junto a otros en la escena áulica, en
lo que allí
acontece. Tal como mencionamos en el apartado sobre
planificación, consideramos
que la enseñanza en términos de guión es una
propuesta que facilita la
permeabilidad de la construcción conjunta de las ideas del
docente y el ideario
infantil. Para tal fin tomamos como referencias teóricas los
conceptos de
Iglesias, Bombini, Urcola, Kac y Candia desarrollados oportunamente. En
este
sentido las diferentes formas de diseñar la enseñanza
quedan abiertas a la
autoría de las y los docentes,
comprendiendo a éstos como artesanos de su planificación.
En esta
línea, consideramos fundamental pensar en una planificación
significativa en un doble sentido: en un primer
término para el grupo de niños y niñas siguiendo a
Ausubel en su definición de
aprendizaje significativo y en segundo término, para el educador
o educadora,
abonamos la idea de enseñanza significativa, ya que es quien va
reajustando y
reconstruyendo aquellas particulares formas de planificar la
enseñanza en un
proceso de autoría y de forma artesanal, según su propia
experiencia y saberes
de oficio. Tanto el carácter continuo como el significativo
posibilitan
entender a la planificación como un proceso de
construcción dinámico e
interactivo.
Finalmente,
concebimos la planificación didáctica desde un cambio de
paradigma, pensada
desde la perspectiva de derechos, inclusión, diversidad e
infancias múltiples.
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[1]
El concepto de andamiaje, hace referencia a una forma de
descubrimiento guiado mediante el cual el docente, el compañero
más capaz o la
familia va realizando de manera espontánea y natural, el proceso
de
construcción del conocimiento. Bruner formula el concepto de
andamiaje en 1976
a partir del concepto de ZDP de Lev Vygotsky. La premisa fundamental
del
andamiaje es que las intervenciones del adulto deben mantener una
relación
inversa con el nivel de competencia en la tarea del niño/a, es
decir que a menor
competencia o habilidad mayor ayuda y a la inversa.
[2]
El concepto de zona de desarrollo próximo o ZDP de
Lev Vigotsky
(1931) destaca la distancia entre el nivel de desarrollo real
determinado por
la resolución independiente de problemas y el nivel de
desarrollo potencial
determinado mediante la resolución de problemas bajo el
acompañamiento de
adultos o en colaboración con pares más capaces.