Saberes y prácticas. Revista de Filosofía y Educación / ISSN 2525-2089
Vol. 9 N° 1 (2024) / Sección Artículos / pp. 1-9 /
Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Filosofía en la Escuela (CIIFE),
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo, Argentina.
revistasaberesypracticas@ffyl.uncu.edu.ar / saberesypracticas.uncu.edu.ar
Recibido: 11/12/2023 Aceptado: 28/05/2024
DOI: https://doi.org/10.48162/rev.36.122
On the Practice of Philosophizing, and Its Teaching, as Theory and
Practice in Differences
Sobre a prática de filosofar, e seu ensino, como teoria e prática
nas diferenças
Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET),
Universidad Nacional de San
Luis, Argentina.
lilianaj.guzman2@gmail.com
Universidad Nacional de San
Luis, Argentina.
ipgauna@email.unsl.edu.ar
Resumen. Describimos en este texto el
modo de abordaje de la enseñanza de la Filosofía en la Universidad Nacional de San
Luis (San Luis, Argentina) desde la articulación con prácticas de docencia,
investigación y extensión en torno a la inquietud del filosofar. Distinguimos,
de forma previa, los encuadres teóricos que sostienen la propuesta y
presentamos el dispositivo de enseñanza desde una puesta en obra dinámica de la
noción de teoría como “caja de herramientas” (Foucault, Deleuze). Comprendemos
esta experiencia de enseñanza como una convocatoria dinámica a filosofar, como
una propuesta de comprensión interpretativa de los textos filosóficos y como un
desafío trazado desde la ontología histórica de nosotros mismos, de cara a
aprender y enseñar filosofía como capacidad de hacer preguntas, como arte del
cultivo de sí y como inquietud para filosofar.
Palabras
clave. Dispositivo, experiencia, inquietud de sí, filosofía
Abstract. In this text, we describe the
approach to the teaching of Philosophy at the San Luis National
University (San Luis, Argentina) from the articulation with teaching, research and extension practices
around the concern of philosophizing. We first distinguish the theoretical
frameworks that sustain the proposal and present the teaching device from a
dynamic implementation of the notion of theory as a "toolbox"
(Foucault, Deleuze). We understand this teaching experience as a dynamic call
to philosophize, as a proposal for interpretative understanding of
philosophical texts and as a challenge drawn from the historical ontology of
ourselves, in order to learn and teach philosophy as a capacity to ask
questions, as an art of self-cultivation and as a concern to philosophize.
Keywords. Device, experience, self-concern, philosophy
Resumo. Neste texto, descrevemos a abordagem do ensino
de Filosofia na Universidade Nacional de San Luis (San Luis, Argentina) a
partir da articulação com as práticas de ensino, pesquisa e extensão em torno
da preocupação de filosofar. Em primeiro lugar, distinguimos os referenciais
teóricos que sustentam a proposta e apresentamos o dispositivo de ensino de uma
implementação dinâmica da noção de teoria como uma "caixa de
ferramentas" (Foucault, Deleuze). Entendemos esta experiência de ensino
como um apelo dinâmico à filosofia, como uma proposta de compreensão
interpretativa de textos filosóficos e como um desafio extraído da ontologia
histórica de nós mesmos, para aprender e ensinar filosofia como uma capacidade
de fazer perguntas, como uma arte de auto-cultivo e como uma preocupação de
filosofar.
Palavras-chave. Dispositivo, experiencia, preocupação consigo mesmo, filosofia
No se aprende la filosofía, no se puede
aprender más que a filosofar.
Immanuel Kant
Este trabajo describe la propuesta, forma y
dispositivo de enseñanza de la filosofía en carreras de grado no filosóficas de
la Universidad Nacional de San Luis. Abordamos el enfoque teórico-metodológico,
desde una apropiación particular de la filosofía como interpretación (desde la
hermenéutica de Gadamer y la analítica de Foucault), y su puesta en obra como
dispositivo de enseñanza.
De este modo, las prácticas docentes,
extensionistas y de investigación en torno a la enseñanza de la filosofía son
la interacción dinámica de un diálogo entre saber y poder, para una apuesta a
la experiencia del filosofar como inquietud de sí y como promoción de formas de
la ética del cuidado, en modos de relación con la experiencia de la lectura, de
la lectura filosófica en este caso.
Este texto es un ejercicio reflexivo acerca
de una experiencia del y con el filosofar, experiencia situada en cursos de
distintas carreras de grado de la Universidad Nacional de San Luis (San Luis,
Argentina). Particularmente, brindamos esta mirada en el marco del Proyecto de
Investigación Consolidado CyT: “Interpretación, experiencia, subjetivación.
Abordajes para enseñar Filosofía en la universidad”[1]. En este espacio integramos las prácticas de conocimiento en una
relación dialéctica de docencia, investigación y extensión, especialmente por
la diversidad de experiencias que esta dinámica proporciona para la práctica
del filosofar. Comprendemos las mismas desde los postulados de Gilles Deleuze y
Michel Foucault, cuando enuncian:
Las relaciones teoría-práctica son mucho más
parciales y fragmentarias. Por una parte, una teoría siempre es local, relativa
a un pequeño campo, aunque puede ser aplicada a otro, más o menos lejano. La
relación de aplicación nunca es de semejanza. Por otra parte, desde que la
teoría profundiza en su propio campo se enfrenta con obstáculos, muros,
tropiezos que hacen necesario que sea relevada por otro tipo de discurso (es
este otro tipo de discurso el que, eventualmente, hace pasar a un campo
diferente). La práctica es un conjunto de relevos de un punto teórico a otro, y
la teoría, un relevo de una práctica a otra. Ninguna teoría puede desarrollarse
sin encontrar una especie de muro y se precisa de la práctica para perforar el
muro. (Foucault, Deleuze, 2000, pp. 7-8)
En tal sentido, retomando el espacio de
prácticas académicas situadas, señalamos que los espacios de docencia ofrecidos
en la actualidad son las asignaturas Filosofía (Profesorado de Educación
Especial, Facultad de Ciencias Humanas), Epistemología (Lic. Educación Especial
–en la misma facultad- y Licenciatura en Psicomotricidad, Facultad de
Psicología), y Filosofía del Arte (Profesorado en Música popular
latinoamericana, Facultad de Ciencias Humanas). Para este trabajo nos situamos
en la descripción de sólo uno de los cursos (Filosofía, Profesorado en Educación
Especial), observando que apelamos al mismo encuadre teórico-metodológico en
todos los cursos referidos.
Las prácticas extensionistas desarrolladas
desde este agenciamiento, por su parte, y desde una perspectiva reformista
situada, están contenidas en los Proyectos de Extensión e Inserción Social
(PEIS) denominados “La promoción del cuidado de sí mediante la actividad física
y deportiva” y “Cine y Filosofía: memoria y derechos humanos” (PEIS finalizados
en diciembre de 2023 y renovados desde el año en curso, Facultad de Ciencias
Humanas). Estas apuestas se vinculan específicamente con dos espacios
comunitarios diferentes: el primero articula con Área Club (gimnasio privado de
la ciudad de San Luis), y el segundo con la Biblioteca Popular Juan de Dios
Escobar, de la localidad San Francisco del Monte de Oro.
Para este abordaje, nos posicionamos en la
perspectiva interpretativa de la hermenéutica filosófica de Gadamer, desde la
cual promovemos, transmitimos, enseñamos y vivimos la filosofía como
experiencia de comprensión y como teoría-práctica local, de relevo y de
no-semejanza o diferencias entre lo que constituye las posibilidades de la
teoría y el relevo que de ella puede ofrecer la práctica del filosofar y de la
reflexión filosófica en espacios de formación de grado en carreras no
filosóficas. Para esta apuesta, es decisivo el signo de Gadamer al recuperar la
enseñanza de la filosofía como capacidad de hacer preguntas y, más aún,
aprender a preguntar, pues dice: “aprender a preguntar es la tarea de la
filosofía” (Gadamer, 2004, p. 53).
Entonces, asumimos esta mirada de enseñanza
del filosofar como espacio dinámico de realización de preguntas, desde un
enfoque de la teoría como “caja de herramientas” (Foucault, Deleuze, 2008, p.
10). Esta clave hermenéutica nos permite transformar y promover otra relación
con el conocimiento, con el pensar y con la inquietud de sí desde una ética del
cuidado y una educación comprensiva de las diferencias. Es una perspectiva de
la noción de teoría como un corpus flexible, dinámico, abierto y funcional, tal
como ofrecen Deleuze y Foucault:
Eso es una teoría, exactamente como una caja
de herramientas. No tiene nada que ver con el significante... Es preciso que
eso sirva, que funcione. Y no para sí misma. Si no hay gente para servirse de
ella, empezando por el mismo teórico que entonces deja de ser teórico, es que
no vale nada, o que no ha llegado su momento. No se vuelve a una teoría, se
hacen otras, hay otras por hacer. (Foucault, Deleuze, 2000, p.10)
Esta forma de apropiación de la “teoría” es
solidaria de una interrogación en torno específicamente a la enseñanza de la
filosofía como “problema” o como forma de interrogación sobre qué enseñamos
cuando enseñamos filosofía, o qué posibilidades tenemos de enseñar (si ello es
factible) a filosofar. En tal sentido, ratificamos aquí un señalamiento de
Alejandro Cerletti, quien postula la enseñanza de la filosofía como “problema”
y como tensión entre reproducción y producción acerca de los temas filosóficos
que, en las exigencias de rutina institucional, corren riesgo de producir el
olvido del filosofar en pos de la transmisión de temas de filosofía. Dice
Cerletti:
Las exigencias programáticas de la enseñanza
institucionalizada de la filosofía hacen que, en el desarrollo de los cursos,
la reflexión filosófica sobre el significado o el sentido de la filosofía suela
ser abreviada en extremo o pospuesta casi indefinidamente, en favor de
introducirse sin más en los contenidos “específicos” de la filosofía.
(Cerletti, 2008, p. 16)
Nuestra propuesta está orientada, entonces,
a la promoción del filosofar y a la producción de preguntas en el sentido de
experiencias de inquietud y hacia la filosofía como práctica de cultivo de sí[2]. Para ello, nos asistimos de un dispositivo contingente, situado y
coyuntural a los requerimientos institucionales y las condiciones académicas
que delimitan, en cierto modo, la propuesta de enseñanza.
Como experiencia filosófico-pedagógica
comprendidas en tanto ejercicios de saber, poder y subjetivación y, tratándose
de experiencias fragmentarias, parciales, localizadas, quisiéramos describir un
panorama global de este espacio de enseñanza en el cual el filosofar es un
medio y un fin en sí mismo. Por ello, el filosofar es un medio para pensar
nuestra propia actualidad, en el horizonte de una ontología del presente, tal
como es propuesta por Foucault en su analítica interpretativa; y el filosofar
también es un fin para configurar temporalmente una relación entre verdad y
subjetividad a partir de la experiencia filosófica en un itinerario formativo,
especialmente en estas propuestas disciplinares en las cuales la alteridad es
una noción constitutiva.
Por ello, es preciso observar que asumimos
el problema de la enseñanza de la filosofía en la dirección señalada por
Cerletti, quien sostiene que sobre el hecho de “enseñar filosofía” podemos
distinguir al menos tres problemas, a saber:
(…) podremos distinguir tres
cuestiones problemáticas, vinculadas fundamentalmente con:
1. La delimitación de un campo
teórico y textual (la filosofía).
2. El reconocimiento de una
actividad o una práctica singular (el filosofar).
3. La posibilidad de introducir a
otro en ese campo teórico y textual, y de iniciarlo en esa práctica (enseñar
filosofía / a filosofar). (Cerletti, 2004)[3]
Este dispositivo de enseñanza de la
filosofía –y disciplinas filosóficas- en carreras no filosóficas se configura
entonces a partir de algunas estrategias de enseñanza que sostienen la
transmisión del filosofar como el desarrollo y tramado de una experiencia
eto-poética con el pensamiento. Ellas son:
a) Primero, trabajamos con los contenidos
curriculares del Plan de Estudios propio de cada carrera, en una mirada del
presente desde problemáticas que aborda el filosofar en torno a las nociones de
la ética del cuidado de sí (en el programa de la hermenéutica de la
subjetividad), marco foucaultiano de interpretación de las tecnologías
grecolatinas del cuidado de sí como ejercicios y prácticas subjetivantes. Este
programa también articula con dos miradas divergentes: una tradicional, la hermenéutica
filosófica de Gadamer (2003 y obras completas de Gadamer), especialmente por su
enfoque de la interpretación comprensiva y la experiencia de formación con la
lectura, y otra innovadora trazada como Pedagogía de las Diferencias, enfoque
propuesto por Carlos Skliar (2017), para una reinterpretación de la discapacidad
comprendida como experiencia de subjetivación desde las diferencias.
b) Segundo, sostenemos la propuesta de
problematización crítica filosófica desde un enfoque dialéctico entre teoría y
práctica, en la puesta en debate de nociones articuladas con el cuerpo de
Trabajos Prácticos y Seminarios de lectura filosófica. De este modo,
propiciamos el diálogo entre saberes para constituir un territorio de preguntas
que tensionen la relación teoría-práctica del futuro educador en un corpus de conocimientos constitutivos de
la relación entre subjetividad y verdad. En efecto, este nudo experiencial es
la invitación de Foucault en su lectura erudita de textos del legado grecolatino
como propuesta al desafío de pensar nuestra actualidad, trabajo desplegado en
varios seminarios de investigación ofrecidos en College de France[4].
c) Tercero, acompañamos el desarrollo del curso
con actividades extensionistas de los PEIS (Proyectos de Extensión de Inserción
Social). En efecto, con el proyecto extensionista “Cine y filosofía” ponemos en
acción un espacio de experiencia estética mediante Ciclos de Cine y Filosofía.
Ellos contribuyen con la narrativa específica de la producción cinematográfica
al ejercicio del filosofar, sobre todo porque aportan problemas y contenidos
propuestos en el programa, propiciando así el debate grupal sobre el desarrollo
de textos filosóficos.
d) Cuarto, un pilar de este dispositivo
pedagógico-filosófico es el PEIS “Promoción del cuidado de sí mediante la
actividad física y deportiva”. Este espacio extensionista propicia la
transmisión de prácticas de cuidado de sí en un registro de relación con el
cuerpo y en cercanía a las tecnologías del yo propuestas en el helenismo,
comprendidas éstas como prácticas de constitución del yo y formas de relación
consigo mismo (meditación, relajación, atención plena, etc.).
e) Quinto, con este dispositivo de enseñanza impulsamos
un trabajo específico con la experiencia de la lectura filosófica aplicada al
ulterior desarrollo y producción de ensayos de escritura que faciliten la
experiencia filosófica en grupos de pares y su puesta en común mediante los
espacios de los Trabajos Prácticos. Esta experiencia colectiva con la práctica
filosófica concluye en un foro de integración final con problematizaciones y
textos específicos y transversales, para su abordaje por grupos de estudiantes según
sus inquietudes y en función de lo que elijan producir, pensar, pronunciarse y
proponer alguna cuestión.
El sostén que hemos descripto ad supra se construye en la interacción
de los cinco espacios de promoción y enseñanza de la filosofía –programa,
articulación teoría-práctica, cine-filosofía, prácticas de cuidado de sí y ejercicios
colectivos de lectura y escritura-. Un tema que atraviesa estos cinco ejes
propuestos actualmente es el eje de la pedagogía de las diferencias (Skliar,
2017) puesto en diálogo con la filosofía como experiencia del presente y como
mirada reflexiva y ética que promueve el desarrollo de la ética del cuidado de
sí, en aras del filosofar como aprendizaje y práctica de pensar de otro modo.
En este sentido, señala Foucault:
Mais qu’est-ce donc
que la philosophie aujourd´hui –je veux dire la activité philosophique-, si
elle n´est pas le travail critique de la pensée sur elle-même ? Er si elle
ne consiste pas, au lieu de legitimer cé qu´ont sé déjà, a entreprendre de
savoir comment et jusqu´où serait possible de penser autrement ? (Foucault, 1994, p. 543)
Este enfoque, en nuestro caso, es posible en
los hechos con una apropiación específica de las nociones de teoría y práctica:
la teoría como práctica y la práctica como un ejercicio de poder –fragmentado,
localizado, parcial- según el cual y en palabras de Deleuze, como citamos
previamente, “la práctica es un conjunto de relevos de un punto teórico a otro,
y la teoría, un relevo de una práctica a otra” (Foucault, Deleuze, 2008, p. 8).
En este sentido, una pedagogía de las diferencias sería una apuesta a la
formación fundada en el respeto a las identidades, y en la crítica a la
pedagogía tradicional y al concepto de discapacidad. Desde este punto de
discontinuidad, esta mirada nos permite comprender la educación como una
experiencia de formación que hace lugar a la alteridad desde una afirmación de
la hospitalidad (Derrida, 2008).
Por ello, la pedagogía de las diferencias
reafirma el concepto de crítica a la normalización segmentada, fragmentada y
anuladora de la subjetividad como “anormalidad deficiente”, términos propios de
un dispositivo biopolítico de segmentación de las anormalidades bajo el
secuestro nominal de una supuesta “normalidad” que excluye la posibilidad de ir
al encuentro real con la alteridad. A este fin, y sobre el sentido del educar
como gesto de apertura a las diferencias, parafraseamos a Skliar (2017)
preguntando: ¿qué sentido tiene el
gesto-acto de educar? ¿Recibir al otro, sin preguntas, sin sospechas, sin
juzgar, para dialogar sobre qué haremos con el mundo y con nuestras vidas?
Esta mirada contemporánea y situada del
campo pedagógico de la Educación Especial nos posibilita al espacio de
enseñanza de la filosofía, al menos en este abordaje, promover cuestiones que indagamos
desde el nuevo agenciamiento de prácticas de investigación en torno al tema del
Proyecto de Investigación Consolidado “Interpretación, experiencia,
subjetivación. Abordajes para enseñar Filosofía en la universidad”[5]. Este proyecto de investigación impulsa, en un doble marco de
análisis, problemáticas desde la hermenéutica filosófica de Gadamer y la
analítica interpretativa de Foucault. Tales problemáticas son, entre otras: la
experiencia de la lectura, la interpretación de la obra de arte, la integración
educativa en un marco ético de respeto por las diferencias, y la subjetivación
desde la experiencia con la inquietud filosófica de la ética del cuidado. Tal
mirada convergente, en este caso, propicia la apertura del espacio
docente-investigativo universitario a otras instituciones y asociaciones intermedias
que a su modo impulsan experiencias de enseñanza de la filosofía como crítica
de la cultura.
Desde la perspectiva trazada, la enseñanza
de la filosofía estaría comprendida como experiencia de filosofar, como
experiencia de formación y comprensión de las diferencias. Por ello, como
mencionamos previamente, la enseñanza e investigación sobre la enseñanza
filosófica estaría situada en el marco de las formas de relaciones teoría-práctica
referidas. Una relación teoría-práctica, en este caso, que es abordada cual ontología
del presente y como ejercicio de saber y poder, como un conjunto de prácticas
subjetivantes en otra mirada ética e histórica del presente.
Esta experiencia docente e investigativa con
la enseñanza de la filosofía y la promoción del filosofar, en lugar de buscar
la academización de un cuerpo de contenidos estandarizado, se renueva
anualmente en función de las problemáticas emergentes en las carreras de
formación del alumnado, en las demandas sociales del medio, y en el marco dinámico
de un programa de investigación que –desde 2016- permanentemente propicia el
ejercicio de la interpretación como experiencia formativa y cultural, y como
trabajo de cuidado de sí mismo y del otro.
En suma, aprender filosofía en esta apuesta
es apropiarse de una experiencia ética, política y estética que procura una
segunda Ilustración en una forma libre de ejercicio del poder y del
conocimiento como lectura, en el horizonte de búsqueda de una mayoría de edad
que posibilite pensar nuestro presente desde una crítica y pliegue en nuestra
historicidad y contingencias. En tal sentido, esta invitación a la experiencia
de filosofar formulando preguntas y no reproduciendo muletillas, va de la mano
de la rehabilitación de la tarea específicamente filosófica de la Ilustración,
rehabilitación propuesta en distintas maneras por Habermas, Foucault, Todorov,
Garcés, entre tantos. En esta dirección, el filosofar como experiencia y
práctica de mayoría de edad se define hacia este fin:
(…) la Aufklärung
es una salida que obra como signo y acontecimiento por el cual la actualidad se
presenta como tarea filosófica y crítica, pero en el hecho de la modernidad en
tanto actitud: como un modo de relación con la actualidad, una elección
voluntaria y una manera de pensar, sentir, actuar y conducirse que indican una
pertenencia a un tiempo y es una tarea: conquistar la autonomía y el gobierno
de la razón. (Guzmán, 2023, p. 124)
En conclusión, ¿por qué enseñar Filosofía es un problema filosófico y
una experiencia con el filosofar? Enseñar
filosofía es un problema filosófico, en carreras de formación de grado no
filosóficas, porque la filosofía misma es una disciplina que requiere rigor de
abordaje en conceptos, método, formas de interrogación sobre su propio corpus de conocimiento. Esto conlleva,
entonces, que las decisiones que se toman en torno a la enseñanza de la
filosofía están, por un lado, sujetas a la reflexión filosófica; por otro lado,
se constituyen en el desafío de construcción de dispositivos de promoción del
filosofar desde una experiencia de conciencia efectual (Gadamer, 2003, p. 415),
en este caso, con una relación dinámica y activa con la lectura de textos
filosóficos.
Algunos de los problemas filosóficos aquí
señalados que surgen en torno a la enseñanza de la filosofía incluyen, entre
otros, estos interrogantes:
·
¿Qué es la filosofía?, ¿se
trata de una disciplina académica, un modo de vida, ambas cosas?
·
¿Qué temas son propios de la
filosofía?, ¿cuál es el propósito de su enseñanza?
·
¿Se trata de formar, con la
filosofía, filósofos profesionales, o de educar ciudadanos críticos?
·
¿Cómo debemos enseñar
filosofía? ¿Se debe enseñar de manera tradicional, a través de la exposición de
textos filosóficos clásicos, o de manera más activa, a través de la discusión y
el debate?; ¿podemos promover la lectura filosófica y, simultáneamente, el
debate? ¿No sería esto, precisamente, filosofar?
Como hemos desarrollado, no nos situamos en
un abordaje de la filosofía como una disciplina académica, por ende, su enseñanza
–en carreras no filosóficas- no se concentra en la transmisión de conocimientos
y habilidades filosóficas. Por otro lado, si asumimos la filosofía como “arte
de vivir” (Nehamas, 2005), entonces su enseñanza se concentra en las
posibilidades de una experiencia, con actitudes críticas y reflexivas de los
estudiantes y un trabajo de constitución de sí mismo. No otra cosa es la
inquietud de sí, tal como señala Foucault. En tal sentido, tomamos el abordaje
de Alexander Nehamas sobre la filosofía como una forma de vida: tal
interpretación se apoya en las enseñanzas de Sócrates, Platón y los estoicos, y
su estilo filosófico que implicaba el estudio de ideas y una práctica activa de
vivir de acuerdo con ellas. Entonces, la filosofía no es solo un ejercicio teórico,
sino que es algo que debe informar y guiar la vida cotidiana. Esta mirada del
filosofar como forma de vida implica así la posibilidad de vivir de acuerdo con
los principios filosóficos que uno sostiene; aplicar la sabiduría filosófica
para orientar las acciones y decisiones en la vida diaria; buscar la
autenticidad y la realización personal a través de la práctica de la filosofía
en la vida cotidiana.
En definitiva, enseñar filosofía para
carreras de grado no filosóficas es un problema filosófico porque requiere de
decisiones que tienen implicaciones pedagógicas y es un desafío a constituir
prácticas filosóficas situadas y de promoción de una ética del cuidado de sí (y
de los otros, de la comunidad, en suma). Tal enfoque nos desafía, en concreto,
a la selección de contenidos, a la apropiación de métodos de enseñanza (en este
caso, provenientes de las corrientes interpretativas), y a la consideración de
la evaluación permanente de las producciones de los estudiantes según los
desarrollos colectivos en torno a las prácticas de leer, escribir y debatir
sobre temas filosóficos y problemas intrínsecos a su formación. Formación
docente que, sin dudas, es un recorrido en el que la inquietud de sí puede,
quizás, ser una experiencia de aprendizaje de cuidado de sí y del otro. Una
forma diferente de abordar el filosofar y, también, una experiencia de
formación crítica, ética y políticamente responsable del mundo que habitamos y
de nosotros mismos.
Cerletti, A. (2004). Enseñar
filosofía: de la pregunta filosófica a la propuesta metodológica, https://bnm.educacion.gob.ar/catalogo/Record/221332
Cerletti, A. (2008). La enseñanza de la filosofía como problema
filosófico. Del Zorzal.
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(1994) Dits et écrits, Gallimard.
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(2009) El
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hermenéutica del sujeto, Fondo de Cultura Económica.
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y Deleuze, G. (2008). Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones. Alianza.
Gadamer, H. (2007) El problema de la conciencia histórica,
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Gadamer, H. (2004) Hermenéutica de la modernidad. Trotta.
Gadamer, H. (2003) Verdad y método, Salamanca, Sígueme.
Guzmán Muñoz, L. J. (2023). Hermenéutica y subjetivación:
continuidades y tensiones entre las perspectivas de Gadamer y Foucault. Tesis
de Maestría. Universidad Nacional de Quilmes, http://ridaa.unq.edu.ar/handle/20.500.11807/3966
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Platón a Foucault. Valencia, Pretextos.
Skliar,
C. (2017). Pedagogías de las diferencias.
Buenos Aires, Noveduc.
[1] ProiCo CYT
04-0623, RCS 214/2023 UNSL.
[2][2] Es preciso señalar que, en esta apropiación de la enseñanza de la
filosofía, al propiciar el ejercicio del filosofar como práctica del cultivo de
sí, nos situamos en torno a las escuelas helenísticas. Esta práctica implica,
socráticamente, una posición crítica, parresiástica y eto-poética para la
constitución de una experiencia de subjetivación. Tal abordaje del filosofar
como experiencia de subjetivación, desde la práctica del cuidado de sí,
proviene de las investigaciones de Michel Foucault, y están ampliamente
desarrolladas en el Seminario La
hermenéutica del sujeto y en el primer tomo de Historia de la sexualidad.
[3] Revista Sul-Americana de Filosofia e Educaçao n. 3 (2004): nov. 2004/abr. 2005
[4] Específicamente,
este trabajo exegético sobre la filosofía grecolatina es desplegado por
Foucault en los seminarios Lecciones
sobre la voluntad de saber (2012), Hermenéutica del sujeto (2002), El gobierno
de sí y de los otros (2009), y El
gobierno de los vivos (2015).
[5] ProiCo CYT
04-0623, RCS 214/2023 UNSL.