DOSSIER

Evaluación participativa de la sustentabilidad entre un sistema campesino bajo manejo convencional y uno agroecológico de una comunidad Mapuche de la Región de la Araucanía (Chile)

Participatory evaluation of sustainability in a conventional and agroecological peasant farm of a Mapuche community, Chile

Santiago Peredo Parada 1*, 2, Claudia Barrera Salas 1, 2

1 Universidad de Santiago de Chile. Grupo de Agroecologia y Medio Ambiente (GAMA). Ecuador #3769. Santiago (Chile). * santiago.peredo@usach.cl

2 Universidad Pablo de Olavide. Crta. de Utrera Km 1, 141013. Sevilla. España.

Originales: Recepción: 26/06/2018 - Aceptación: 11/04/2019


RESUMEN

El objetivo del trabajo es evaluar la sustentabilidad de dos sistemas agrarios campesinos (convencional y agroecológico) identificando los aspectos que limitan y potencian su sustentabilidad. El esquema metodológico utilizado correspondió al MESMIS y los instrumentos de recolección de la información fueron levantamiento y mediciones en terreno, observaciones directas con ayuda de registros de campo, transectos y diálogos abiertos apoyados con guión. La definición de indicadores y los rangos de valoración se realizó de manera conjunta con las y los agricultores, mediante diversas metodologías participativas. Los resultados señalan, para el sistema agroecológico -en relación con el convencional- una mayor diversidad de cultivos, mayor porcentaje de autoproducción de semilla y material vegetal, mayor ingresos totales y menor estacionalidad de dichos ingresos, menor dependencia de insumos externos, mayor porcentaje de reciclaje y/o reutilización de recursos/ residuos intraprediales, mayor aplicación de conocimiento y habilidades propias, mayor aplicación de tecnologías agroecológicas y una mayor participación en la toma de decisiones por parte de la mujer. Se concluye que el sistema agroecológico presenta mejores niveles de sustentabilidad, por tanto, un mejor desempeño socioecológico que el sistema convencional.

Palabras clave: Agroecología; Desarrollo rural; Agricultura familiar; MESMIS

ABSTRACT

The purpose of the present study is to assesment the sustainability levels of two peasant agrarian systems (conventional and agroecological) identifying the aspects (factors) that limit and enhance their sustainability. The methodological scheme used corresponded to the MESMIS and the instruments for information recollection were survey and field measurements, direct observations using field records, transects and open dialogues supported by scripts. The definition of indicators and assessment ranges were performed jointly with the peasants (men and women) through various participative methodologies. Results for the agroecological system point out a greater diversity of crops, higher percentage of crop diversity and seed self-production, higher total revenues and less seasonality of such incomes, less dependence on external inputs, higher percentage of recycling/reuse of on-farm resources/waste, greater application of own knowledge and abilities, increased application of agro-ecological technologies and greater participation in decision-making by women. It is concluded that the agroecological system has better levels of sustainability and socioecological performance than the conventional one.

Keywords: Agroecology; Rural development; Family farming; MESMIS


INTRODUCCIÓN

La agricultura familiar campesina entre algunas de sus características destacan aquellas referidas a su rol indisociable con la seguridad alimentaria (2), la valorización de alimentos y saberes tradicionales (61), la protección de la biodiversidad (35), el uso sostenible de los recursos naturales (29), fuente de resiliencia ante el cambio climático (3), entre otros.

En Chile, la agricultura familiar campesina, de acuerdo con las estadísticas del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) representa alrededor de 260 mil explotaciones familiares -equivalentes a 1,2 millones de personas- que utilizan el 44% de la superficie útil, contribuye en torno al 50% de la dieta en cuanto a productos agroalimentarios frescos y su participación en las principales cadenas alimentarias está en torno al 54% en hortalizas, 44% en flores y cultivos anuales.

La agricultura familiar mapuche, hasta el primer tercio del siglo XX, se caracterizaba por una agricultura heterogénea "con unidades de producción familiares con equipamiento más diversificado y mayor extensión predial"… "cuyos retornos monetarios posibilitaban las inversiones"…"y unidades domésticas más simples orientadas al abastecimiento familiar mediante usufructo de los recursos prediales y la venta de pequeños excedentes" (24).

En la actualidad, en tanto, las comunidades rurales Mapuche han sufrido grandes transformaciones socioambientales (42) que han afectado su calidad de vida (43) donde "las actividades productivas más importantes de las familias mapuches son fuentes de bajos ingresos: una agricultura de secano, con baja incorporación de tecnologías y escasa inserción en mercados dinámicos" (50).

En este escenario, el Centro de Educación y Tecnología para el Desarrollo del Sur (CETSUR) a través del Programa Global de Conservación de la Biodiversidad Campesina (CBDC) ha desarrollado, desde finales de los años noventa, numerosas iniciativas con mujeres indígenas (Mapuche) con el propósito de conservar el patrimonio agroalimentario, la biodiversidad local y los saberes ancestrales con una perspectiva agroecológica.

De acuerdo con Rudel et al. (2016), son escasos los registros de estudios centrados en prácticas agroecológicas de pequeños productores orientadas al desarrollo de una agricultura sustentable. Para el caso chileno los estudios se han centrado, fundamentalmente, en la dimensión técnico-productiva de la sustentabilidad (21, 52), siendo necesario abordajes con enfoques integrados. La sustentabilidad de acuerdo con Daly y Gayo (1995), debe abordarse en sus tres dimensiones: lo económico referido a la gestión adecuada de los recursos naturales, en lo social, en términos que exista equidad entre los actores; y en cuanto a lo ecológico, se debe asegurar que el ecosistema mantenga sus principales características que le son esenciales para su supervivencia en el largo plazo.

Objetivo

Evaluar los niveles de sustentabilidad de dos sistemas agrarios campesinos Mapuche, uno bajo manejo convencional y otro, agroecológico, identificando los aspectos que limitan y potencian su sustentabilidad.

MATERIALES Y MÉTODOS

La presente investigación se enmarca en las de tipo exploratoria mixta (23), de análisis transversal (30) y fue realizada en una temporada agrícola. El esquema metodológico utilizado correspondió al Marco para la Evaluación de Sistemas de Manejo Incorporando indicadores de Sustentabilidad (MESMIS) propuesto y desarrollado por el Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Aplicada (GIRA) (30), cuya estructura operativa considera la identificación de puntos críticos, selección de criterios de diagnóstico y la definición de indicadores (28). Las técnicas e instrumentos de recolección de la información consistieron en observaciones directas con ayuda de registros de campo (63), transectos, mapeo participativo (4) y diálogos abiertos apoyados con un guión (19).

Unidades de análisis

Las dos unidades de estudio corresponden a Unidades Familiares Campesinas integrada por familias nucleares cuya principal actividad económica es la producción agrícola de su tierra para el autoconsumo, la comercialización parcial y ocasional del excedente y el intercambio de algunos productos. Ambas unidades de estudio, Sistema Convencional (SC) y Sistema Agroecológico (SA) pertenecen, desde el punto de vista climático, al distrito n° 17 de Temuco (12). En cuanto a las características geomorfológicas, corresponden a suelos de origen volcánico, rojos arcillosos, de la Serie Metrenco (25). Las evaluaciones se realizaron en un sistema agrario bajo manejo convencional (SC) y un sistema agrario bajo manejo agroecológico (SA), ambos pertenecientes a la comunidad Mapuche Juan Queupán, ubicada a 12 km de Temuco (camino Chanquín), en el sector Boyeco (figura 1), Región de la Araucanía (N26,22°; S78,42°; E41,29°; O43,27°).

Figura 1. Ubicación de las unidades de estudio.

Figure 1. Location of the analyzed farms.

El criterio de selección de la unidad SA obedeció a que es la única unidad predial (participante del proyecto) del valle de la comuna de Temuco representada por el ecosistema típico Mapuche denominado "Lelfún" (47) definido como "zona libre de vegetación arbórea plana o con pendiente. Se destina a praderas o cultivo y puede extenderse por una hectárea o más" (46).

Definición de los indicadores a partir de los puntos críticos

A partir de la observación de campo en conjunto con las y los agricultores se determinaron los puntos críticos. Del análisis de estos en ambos sistemas, mediante la agregación en criterios de diagnóstico, se definieron los indicadores (56), cotejándolos con literatura especializada (tabla 1).

Tabla 1. Puntos críticos, criterios de diagnóstico e indicadores para los sistemas convencional y agroecológico.

Table 1. Critical points, diagnostica criteria and indicators of conventional and agroecological systems.

Para el criterio de "Eficiencia", la definición del indicador Ingresos totales, obedeció a que bajo condiciones de pobreza económica, la presión que se ejerce sobre los recursos naturales (poniendo en riesgo la sustentabilidad) está dada por la capacidad de la familia (UFC) de satisfacer los requerimientos a través de la complementariedad de las rentas (41). La producción campesina se caracteriza por una eficiencia tanto productiva como ecológica (60) por lo que la opción de un indicador económico, puso de manifiesto la importancia de la rentabilidad de los procesos productivos sustentables (64) y con ello, la replicabilidad de dichos procesos (56).

En cuanto al criterio "Conservación de recursos naturales" los indicadores fueron definidos en relación con los recursos naturales con los cuales la unidad productiva interactúa. Ellas son, de acuerdo a Toledo (1993), el medio ambiente natural (en este caso, suelo y agua) y el medio ambiente transformado, a través de las variedades locales/criollas de cultivo, como consecuencia de la evolución conjunta con el sistema de conocimientos y prácticas (37). Estos indicadores coinciden, por un lado, con los de Arnés et al. (2013), establecidos para la conservación de los recursos naturales como criterio, y a variables asociados a las condiciones del suelo y disponibilidad de agua en los predios agrícolas (7, 22, 27, 45, 51).

Para el criterio de "Diversidad", la definición del indicador se ha acotado a los cultivos, ya que, habitualmente, en este tipo de estudios la (bio)diversidad está referida a vegetaciones nativas o corredores de fauna (7), tipos de cultivo (27) y número de cultivos (5), incluyendo recursos genéticos (22).

En cuanto a la "Fragilidad del sistema" -como criterio de diagnóstico- se definieron indicadores tanto ecológicos como socioeconómicos. En el primer caso, está referido a la presencia de plagas y enfermedades y la cobertura de especies invasoras (adventicias/arvenses). Para el segundo, en tanto, se definió la estacionalidad del ingreso como indicador de fragilidad del sistema, entendido por las y los agricultores como la estabilidad que otorga las fuentes extraprediales de ingreso para la subsistencia de la familia (22).

La "Capacidad de cambio e innovación" establecido como criterio de diagnóstico a partir de los problemas que se generaban en los procesos de transferencia tecnológica, derivó en la definición del indicador Aplicación de nuevas tecnologías que apuntó evaluar la apropiación/internalización (o no) de las tecnologías por parte del campesino/a, como resultado, entre otros, de las capacitaciones realizadas (26). Este indicador es coincidente con los utilizados por Haileslassie et al. (2016) y Chand et al. (2015), para evaluar el mejoramiento de tecnologías y la adopción de prácticas científicas, respectivamente, así como la capacidad de cambio de agricultores y el número de agricultores involucrados en dicha adopción (5).

Para el criterio de La "Autosuficiencia", el indicador definido fue el grado de dependencia a los insumos externos como factor determinante para la consecución de la sustentabilidad en términos de recuperar la autonomía de los sistemas (55). Aspectos coincidentes con lo señalado por Arnés et al. (2013) y se aproxima a lo que Loaiza et al. (2014) y Pereira y Galán (2015) denominan autoabastecimiento y soberanía alimentaria, respectivamente.

Para el "Control y organización del sistema" se estableció dos indicadores. El primero de ellos (Reciclaje y reutilización de recursos intraprediales) orientado a la evaluación, desde una dimensión ecológica, del tratamiento de los residuos para ser utilizados como insumos.

El segundo de los indicadores (Uso de habilidades locales) se definió, desde una dimensión sociocultural, para la evaluación del despliegue del potencial del conocimiento tradicional en la ejecución de las prácticas culturales más cotidianas.

La utilización -y más que eso, la (re) valorización- del conocimiento y habilidades locales obedece a una lógica del funcionamiento de los agroecosistemas donde el manejo tradicional histórico ha mostrado su sustentabilidad (20). Este aspecto es considerado como un elemento central para el diseño de esquemas de desarrollo rural sustentable basados en la generación de tecnologías agroecológicas a través del diálogo horizontal de saberes (9, 57) entre técnicos y campesinos y potenciando los procesos de socialización al interior de las familias (44).

La aplicación de las habilidades locales en la generación de tecnologías es la constatación del resultado de la incorporación de lo externo a lo endógeno mediante su adaptación a la lógica etnoecológica de funcionamiento, respetando la identidad local (49). Reflejo de ello, el hecho que exista una concepción de sostenibilidad más relacionada con los medios o modos de vida de los pequeños productores (29). La importancia ecológica del conocimiento tradicional ha adquirido un creciente reconocimiento (61) y sus aplicaciones agroecológicas son diversas, desde su contribución al desarrollo rural (16), la articulación del conocimiento entre actores (14), como potencial de adaptación y mitigación frente al cambio climático (3) el conocimiento respecto de propiedades de especies nativas (38), entre otros.

Por último, en la "Participación de la mujer" como criterio de diagnóstico, la definición de El nivel de decisión de la mujer sobre las actividades del predio como indicador de sustentabilidad -coincidente con el señalado por Chand et al. (2015) como empoderamiento de la mujer- refleja la necesaria equidad de género que debe establecerse en un sistema de manejo en el cual la mujer posee un rol preponderante pero invisible. Es sabido que las mujeres tienen un acceso mucho más limitado a los recursos, sea naturales, económicos o culturales y que la mayor parte de la propiedad privada está en manos de los hombres. Este desequilibrio, según Flores (2003) tiene efectos sociales negativos de largo alcance y profundas repercusiones en la estructura misma de las sociedades, en definitiva, en la sustentabilidad.

Rangos de valoración y medición de los indicadores

Se realizó de manera conjunta con las y los agricultores, para lo cual, se utilizaron entrevistas abiertas con cuestionarios semiestructurados (39), técnicas fitosociológicas (Braun-Blanquet) y análisis de suelo en laboratorio, así como técnicas y herramientas propias de metodologías participativas como el análisis estacional, línea de tiempo y matriz de análisis de toma de decisiones (tabla 2, pág. 328) (4, 19).

Tabla 2. Métodos de medición y rangos de valoración por indicador.

Table 2. Measurement methods and valuation ranges by indicator.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El análisis de los resultados señala que, en relación con el desempeño ambiental, ambos sistemas manejan una alta diversidad destacándose el SA por manejar no solo un mayor número total de especies, sino que duplicando y triplicando al SC por cada grupo de cultivos (tabla 3, pág. 329).

Tabla 3. Diversidad de cultivos por grupos.

Table 3. Crops diversity.

En lo referido a la disponibilidad de agua, fundamentalmente, en periodos de marcada escasez estival, el SC pese a disponer de una capacidad de almacenamiento muy superior a SA, este último realiza un uso más eficiente del recurso para su uso en la producción de hortalizas a lo largo de 10 meses. Los parámetros del análisis del suelo son similares para ambos sistemas (tabla 4, pág. 329).

Tabla 4. Calidad del suelo por parámetros arrojados por análisis de laboratorio.

Table 4. Soil quality by laboratory analysis.

El pH registrado para el suelo de los cultivos bajo invernaderos y en las terrazas, registran valores normales para los suelos rojo arcillosos. Los valores más altos presentes en SA (invernaderos) pueden ser atribuidos a las continuas aplicaciones de guano. Los valores, en tanto, de las muestras de suelo obtenidas de los cultivos en las terrazas, para ambos sistemas de manejo, se encuentran dentro de los rangos que Rodriguez (1993) clasifica como categoría media. En relación a la suma de bases, los valores obtenidos para SA (17,23) supone el incremento de los sitios con carga negativa favoreciendo con ello la retención de cationes. Por el contrario, los valores para el SC (9,52) se podrían explicar por el constante uso de fertilizantes nitrogenados, derivando, en el largo plazo, en un aumento del pH del suelo. Los bajos valores de saturación de aluminio para las dos unidades, en ambos sistemas de manejo, permitiría suponer que la absorción de fósforo no es una limitante para el desarrollo de los cultivos (48). Estos valores, sumados a los altos porcentajes relativos a la autoproducción de semillas, en ambos sistemas de manejo (tabla 3) consigna el buen manejo que se realiza de los recursos naturales a nivel predial.

En lo referente al manejo de la sanidad de los cultivos la situación es diferente. Los valores totales que en SC triplican a SA, en lo relativo a plagas y enfermedades, estos se cuadruplican al desagregarlos por unidades, concretamente, en los invernaderos (tabla 5, pág. 330).

Tabla 5. Número y porcentaje de plantas sin presencia (PSP) y con presencia (PCP) presencia de organismos dañinos.

Table 5. Number and percentage of plants without presence (PSP) and presence (PCP) of harmful organisms.

Lo que contrasta, para esta misma unidad, con los valores referidos a la cobertura de especies arvenses que en SA sextuplican a los de SC (tabla 6, pág. 330).

Tabla 6. Cobertura de especies invasoras (EI) en relación (%) con las plantas cultivadas (PC).

Table 6. Coverage of invasive species (EI) in relation (%) to cultivated plants (PC).

En cuanto al desempeño económico, los mayores valores de ingreso total que presenta SA se explican, básicamente, por la suma de los ingresos parciales de una alta diversidad de cultivos (tabla 7, pág. 330) y los bajos costos de producción (tabla 8, pág. 330).

Tabla 7. Distribución anual de los ingresos por estación y grupo de cultivos en sistema bajo manejo agroecológico (SA).

Table 7. Annual distribution of income by season and crop group in system under agroecological management (SA).

Tabla 8. Costos de producción de las unidades destinadas a venta.

Table 8. Yields costs of units for sale.

En complementación a lo anterior, SA presenta una menor estacionalidad de sus ingresos derivada de la venta escalonada de su producción, fundamentalmente, de hortalizas. En contraste, SC basa su ingreso en la venta de frutales y estacionada en la época de otoño y verano (tabla 9, pág. 331) y los mayores costes obedecen a la compra de insumos externos (tabla 10, pág. 331) utilizados en el establecimiento (2ha) de cultivos de cereales, principalmente.

Tabla 9. Distribución anual de los ingresos por estación y grupo de cultivos en sistema bajo manejo convencional (SC).

Table 9. Annual distribution of income by season and crop group in system under conventional management (SC).

Tabla 10. Nivel de dependencia de insumos externos.

Table 10. Level of dependence on external inputs.

En lo relativo al desempeño sociocultural, los mejores niveles que presenta SA obedecen a la aplicación de tecnologías agroecológicas (tabla 11, pág. 332) que no interfieren en la lógica etnoecológica local, asociadas a una cultura del reciclaje y reutilización de los residuos generados en el predio (tabla 12, pág. 332), propia de la naturaleza agraria, basadas en el despliegue de conocimientos y habilidades que junto con responder a un traspaso generacional también responde a la adquisición de "nuevo" conocimiento (tabla 13, pág. 332), donde la participación de la mujer, en diversas actividades, cobra un rol fundamental (tabla 14, pág. 333).

Tabla 11. Nivel de aplicación de tecnologías agroecológicas.

Table 11. Level of application of agro-ecological technologies.

Tabla 12. Nivel de reciclaje y/o reutilización de los residuos/recursos intraprediales.

Table 12. Level of on-farm recycling and/or reuse of waste/resources.

Tabla 13. Aplicación de conocimiento y habilidades propias en diferentes categorías para distintas tecnologías agroecológicas.

Table 13. Application of knowledge and own skills in different categories for different agro-ecological technologies

Tabla 14. Nivel de participación de la mujer para diferentes actividades.

Table 14. Level of participation of women for different activities.

En un análisis agregado (tabla 15, pág. 333) -apoyados en los criterios de diagnóstico-, en tanto, se observa que la mayor eficiencia de SA, expresado en los ingresos totales, obedece, por una parte a una mayor diversidad de cultivos y, de otra, los menores costes incurridos en el establecimiento de los cultivos por la autoproducción de semillas y el buen estado de la sanidad de los cultivos.

Tabla 15. Valores generales por indicador y criterios de diagnóstico para SA y SC.

Table 15. General values by indicator and diagnostic criteria.

Estos aspectos, sumado a las condiciones del suelo y un uso eficiente del agua (conservando dichos recursos) permiten un adecuado manejo del sistema productivo consiguiendo establecer una cosecha a lo largo del año, confiriéndole una menor fragilidad comparado con SC. Estos resultados coinciden con McCord et al. (2015), quienes establecen una estrecha relación entre el ingreso predial y la diversificación en pequeña escala. Esta menor fragilidad en SA se asocia al mayor control y organización que la y el agricultor tiene sobre su sistema y se podría explicar por la utilización de sus propias habilidades y conocimientos (innatos y adquiridos) y la práctica de la reutilización y reciclaje de sus recursos (residuos) intraprediales. Lo anterior le otorga una condición de autosuficiencia al no depender de insumos externos. Dichos conocimientos, algunos de ellos adquiridos en programas formativos (10), confirman lo señalado por Noltze et al. (2012), quienes señalan que lo anterior aumenta la probabilidad y la intensidad de adoptar una tecnología. Lo anterior se ve reforzado cuando se trata de aplicaciones tecnológicas de carácter multifuncional (propia de la naturaleza agroecológica) y acompañadas por un periodo inicial determinado (33), en contextos socioeconómicos favorables (8, 62).

La aplicación de tecnologías agroecológicas, en el caso de SA, denota la capacidad de innovación del/la agricultor/a que, de acuerdo a Pant et al. (2014) cuando se trata de la integración de aproximaciones (como la del enfoque agroecológico), ayudan a establecer estrategias de transición a través de la innovación con tecnologías nuevas y mejoradas, más accesibles y adaptadas a los pequeños agricultores.

La posibilidad concreta de participar en la toma de decisiones en diferentes instancias, señaladas por la agricultora de SA, podrían explicar el buen desempeño de este concordando con lo señalado por Awotide et al. (2015), al referirse que hay mayores impactos en el uso de las tecnologías en los hogares campesinos que son encabezados por mujeres.

Las mujeres no adoptan tecnologías (17), cuando no tienen acceso a información, tierra y crédito. En el SC, en contraste, donde la mujer tiene una menor participación en la toma de decisiones, es posible observar una menor innovación en la aplicación de tecnologías agroecológicas, un menor control y organización del predio, lo que deriva en una mayor fragilidad y menor autosuficiencia materializado, entre otros, en menores ingresos. Lo anterior concuerda con Boogaard et al. (2015), al señalar que las mujeres, en hogares encabezados por hombres, rara vez tienen el control sobre los ingresos de las ventas.

En tanto, en casos en que las mujeres llevan el control de sus hogares, estas desarrollan estrategias más sofisticadas para reducir el riesgo y, con ello, aumentar los ingresos (34).

Finalmente, los valores encontrados para el SA sugieren, en tanto, la presencia de un faro agroecológico para las condiciones de la agricultura mapuche del secano (1).

CONCLUSIONES

De los resultados de la investigación se concluye que el sistema agroecológico (SA) presenta mejores niveles de sustentabilidad que el sistema convencional (SC), expresado en función de los indicadores utilizados: mayor diversidad de cultivos, mayor porcentaje de autoproducción de semilla y material vegetal, mayor ingresos totales, menor estacionalidad de dichos ingresos, menor dependencia de insumos externos, mayor porcentaje de reciclaje y/o reutilización de recursos/residuos intraprediales, mayor aplicación de conocimiento y habilidades propias, mayor aplicación de tecnologías agroecológicas y una mayor participación en la toma de decisiones por parte de la mujer. Lo anterior, le confiere al SA un mejor desempeño socioecológico en lo relativo a, una mayor biodiversidad y menor fragilidad al sistema, una mejor eficiencia económica, mayor autosuficiencia, mejor control y organización, mayor capacidad de innovación y participación de la mujer.

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AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen a los y a las campesinas quienes desarrollaron esta investigación, a todo el equipo del CET-SUR por la colaboración prestada y al Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) del Gobierno de la Araucanía.