ARTÍCULOS
Arqueología de un texto: la transmisión del Dux neutrorum del Maimónides latino
Archeology of a text: the transmission of the Latin Maimonides’ Dux neutrorum
Peter Ivanecký
Peter Ivanecký es Magíster en Historia de Filosofía, Doctorando en Universidad Alberto Hurtado en Santiago (Chile) y profesor instructor en la Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago (Chile). pet.ivanecky@gmail.com
Recibido: 19 de enero de 2017.
Aceptado para su publicación: 30 de enero de 2017.
Resumen
El presente artículo aspira a ser una contribución para las investigaciones sobre las traducciones latinas de Maimónides, especialmente en lo que se refiere a la traducción del Moreh Nevukhim que lleva el nombre Dux neutrorum. Con la presente investigación postularemos una nueva hipótesis: el origen romano del Dux neutrorum, e indicaremos algunas pistas de búsqueda de su posible traducción en catálogos en área española. Nuestra intención es mostrar una posible relación entre el manuscrito hebreo de Al-Harizi y las dos traducciones latinas de la obra de Maimónides: el Liber de parabola y el mismo Dux neutrorum. En este sentido, ponemos entre paréntesis las hipótesis históricas más fuertes como la ‘provenzal’ y la ‘siciliana’, no descartando sin embargo los argumentos que van en su favor.
Palabras clave: Dux neutrorum, Maimónides, traducciones latinas, Guía de perplejos
Abstract
This article aspires to be a contribution to research on Latin translations of Maimonides, especially as it relates to the translation of Moreh Nevukhim named Dux neutrorum. Within this research we postulate a new hypothesis: the Roman origin of Dux neutrorum, and some investigative clues in Spanish catalogs covering historic Jewish translation area. Our intention is to show a possible relationship between the Hebrew manuscript of Al-Harizi and the mention of «cardinal romanus» present in one of the first incomplete Latin translation of Dux neutrorum, i.e., in the Liber de parabola. In this sense, we bracket the strongest historical hypotheses the ‘Provence’ and ‘Sicilian’ however not discarding their strong arguments.
Keywords: Dux neutrorum, Maimonides, Latin Translations, Guide of the Perplexed
Sumario:
1. Introducción
2. La Guía de perplejos de Maimónides
3. Huellas del Moreh Nevukhim en el mundo latino
4. Hipótesis romana y las cuestiones abiertas
1. Introducción
El objetivo del presente artículo es rastrear una obra maestra, leída y citada por medievales latinos a partir del siglo XIII, e investigar acerca de la génesis de un texto, de un pensamiento, de un autor que influenciará generaciones enteras de autores latinos. Se trata de la traducción latina de una de las dos traducciones hebreas del Moreh Nevukhim de Moisés Maimónides conocida con el nombre Dux neutrorum. Maimónides entra en el mundo latino anónimo, desapercibido, anónimo y fragmentado, y lentamente se convierte en un personaje controvertido pero también en una autoridad de la escuela aristotélica y exegética. Rastrear el origen de una obra significa investigar sobre sus posibles traductores, sobre su aparición cronológica y geográfica, y sobre su influencia, o sea su aparición textual explícita e implícita en los autores que la conocen, leen y mencionan.
Las investigaciones sobre la aparición de las traducciones latinas de la Guía de perplejos determinan cuatro posibles lugares de su traducción en la zona mediterránea: las escuelas de traductores judíos en la España de la época, la corte de Federico II, la Provenza y también – como mostraremos – Roma. La mayoría de los estudiosos se inclina a favor de la traducción latina en la corte de Federico II, y descarta su origen provenzal, careciendo de evidencia entre los manuscritos en la área española, y la ausencia de los estudios de la única copia que contiene la traducción hebrea de Al-Harizi (escrita en Roma en 1234). La prevalencia de los estudiosos a favor del origen siciliano no excluye sin embargo la postulación de nuevas pistas investigadoras, especialmente para los estudiosos de la historia de traducciones del siglo XIII, que pueden desmentir o confirmar las hipótesis que seguimos y presentamos para cada área geográfica. Por eso queremos avanzar una nueva hipótesis que situaría la traducción latina de la Guía de perplejos de Maimónides en Roma y, al mismo tiempo, estimular las investigaciones en los archivos españoles para desmentir dos grandes hipótesis históricas: el origen provenzal y siciliano. Después de una parte introductora sobre la génesis de las traducciones hebreas presentaremos las etapas de investigaciones sobre la traducción de Moreh Nevukhim o, cómo veremos, de algunas de sus partes, en el mundo latino, con el objetivo de rastrear el origen del Dux neutrorum. En la parte final del artículo exponemos nuestros argumentos a favor de la hipótesis romana del origen del Dux neutrorum, y presentaremos algunas cuestiones abiertas sobre el tema.
2. La Guía de perplejos de Maimónides
La Guía de perplejos de Maimónides es una obra escrita en una lengua artificial: árabe con caracteres hebreos y terminada en la última década del siglo XII. Dos traductores la traducen al hebreo pocos años después de su término: Samuel Ibn Tibbon y Judah Al-Harizi.1 El primer mencionado, activo en Francia meridional, conoce a Maimónides y mantiene con él una correspondencia sobre la traducción de algunos pasajes de Moreh Nevukhim. Posteriormente revisan juntos la traducción.2 Samuel termina la traducción en el año de la muerte de Maimónides 1204. El poeta Judah Al-Harizi, por su parte, activo en la área de la Península Ibérica, conoce la primera traducción existente pero hace una traducción diferente, más comprensible para un lector no experto en la materia entre los años 1205-1213.3 Se observa que Al-Harizi conoce bien el hebreo y el árabe, aunque hace una traducción más libre y menos fiel al texto original, mientras Ibn Tibbon no conoce bien el árabe, cometiendo graves errores de traducción.4 La versión latina Dux neutrorum – publicada por Agustín Iustiniani y presente en otros manuscritos – se basa sobre la traducción de Al-Harizi, hecha y leída en la España árabe pero encargada por los judíos provenzales.5 No obstante la traducción latina esté basada en la traducción hebrea de Al-Harizi, el traductor en ocasiones corrige las desviaciones de Al-Harizi siguiendo el original árabe.6 Lamentablemente, sobre el origen de la traducción latina no hay informaciones exactas y por eso procederemos por hipótesis, discutiendo con investigadores comprometidos con la presente búsqueda del origen de la aparición de Maimónides en el mundo latino.
3. Huellas del Moreh Nevukhim en el mundo latino
Brevemente presentamos los estudios más recientes y las cuestiones abiertas sobre la traducción de Moreh Nevukhim en latín, buscando comprender la posible localización de la traducción y sus posibles traductores. Se pueden evidenciar de esta manera tres etapas cronológicas de investigaciones sobre la aparición de Maimónides en el mundo latino. En las últimas décadas del siglo XIX se conducen las primeras búsquedas sobre el origen de los textos latinos de Maimónides; entre los pioneros de esta primera etapa podemos mencionar a Moritz Steinschneider, Julius Guttman, Joseph Perles, David Kaufmann y Charles Haskins. Las hipótesis de Guttman son seguidas, verificadas y continuadas por un solitario estudioso de la segunda etapa, Wolfgang Kluxen, activo en el siglo XX.7 La tercera y más reciente etapa de investigaciones se debe a Görg Hasselhoff, Gad Freudenthal, Mercedes Rubio, Caterina Rigo y a Mauro Zonta, que desmienten algunas incongruencias en las teorías anteriores y conjeturan nuevas pistas investigadoras. La procedencia española del Dux neutrorum es sostenida por Kaufmann pero puede ser deducida también de lo que afirma Haskins. El origen italiano-siciliano es hipotizado por Steinschneider, Perles, Haskins, Zonta y Freudenthal. En cambio, Guttmann y Kluxen sitúan la traducción en Francia meridional. El origen romano de la traducción latina se puede deducir de lo que afirman los editores de la reciente publicación de la obra maestra de Steinschneider y de las suposiciones que avanzamos en este artículo.8 De hecho, nuestra contribución al tema consiste en notar algunas conexiones entre la copia de Al-Harizi, escrita en Roma, y dos traducciones latinas de la Guía de Maimónides: del Liber de parabola y entre el mismo Dux neutrorum. La relación entre los textos mencionados no fue percibida por ninguno de los estudiosos mencionados. Analicemos pues más ampliamente las contribuciones y argumentos de los autores mencionados, mostrando sus líneas argumentativas y sus preferencias por diferentes traductores y argumentos históricos para cada hipótesis de la génesis de las traducciones latinas, hasta llegar a explicitar nuestra propia hipótesis.
Kluxen trata de localizar diferentes traducciones de la Guía o de sus partes, identificando las citas de esta obra en diferentes autores teniendo en cuenta los lugares en los que sus traductores eran activos. Antes del 1230 apareció en el mundo latino el Liber de parabolis et mandatis; este texto anónimo, presente en el manuscrito parisiense es la traducción de una parte del tercer libro de la Guía de perplejos de Maimónides y contiene el tratado sobre la Ley y un breve tratado sobre las parábolas bíblicas. Kluxen establece su dedicación a un cardenal romano, presente en París en el 1229.9 Según Kluxen, Alejandro de Hales y Guillermo de Auvernia habrían leído y citado la traducción, pero sin conocer quién fue su autor.10 Sólo después del 1230 se conoce “Rabi Mose, philosophus Hebraeorum”, citado en la Summa (1232-34) del domínico Rolando de Cremona (hospedado en el 1230-33 en Tolosa), como el autor del libro Contra antiquitatem mundi. Kluxen afirma que la cita es imprecisa, dado que Rolando no tenía un acceso a una biblioteca apropiada. Gracias a Rolando, Kluxen teoriza el origen del Dux neutrorum en la Francia meridional.11 El pensamiento de Maimónides se encuentra después del 1240 en las obras de Moneta de Cremona y de Alberto Magno.12 Ambos llegaron a conocer la entera traducción del Dux neutrorum hecha sobre la versión hebrea de Al-Harizi, aunque Alberto utiliza una traducción independiente de la Introducción y del capítulo II, I, conocida bajo el nombre Liber de uno deo benedicto.13 Los autores posteriores, incluido Tomás de Aquino, conocen la completa traducción del Dux neutrorum. Alrededor al 1270 Egidio Romano publica un folleto intitulado Errores philosophorum, en que citando Maimónides hace referencia al texto De expositione legum como a otra traducción maimonidea.14 Según Kluxen, esta es una evidencia de que antes del Dux neutrorum existía una diferente traducción del texto de Maimónides, pero nadie tuvo éxito al rastrearla.15
Freudenthal, investigando sobre el tema de la transmisión de dos lineas paralelas que van al infinito, descubre la relación de la traducción del texto De duabus lineis con la traducción de la Guía de perplejos.16 Este historiador sitúa la traducción de la Guía hacia el año 1230, en la corte de Federico II, quien a través de la realización de las traducciones luchaba contra el poder papal.17 El punto de partida de Freudenthal son los estudios de Moritz Steinschneider (1863-64), quien fue el primero en suponer la traducción de la Guía en la corte de Federico II, y de Joseph Perles (1875).18 En sus dos artículos Freudhental critica la tesis de Kluxen que señalaba Francia meridional cómo lugar de la existencia de los manuscritos, y por lo tanto de una posible traducción de la Guía en latín.19 Kluxen sostenía que era muy poco probable que en la corte de Federico II, donde ya estaba presente un traductor, y ese era Jacob Anatoli, se hiciera otra traducción de la Guía en latín.20 Por otra parte, las primeras citas latinas de la Guía aparecen después del año 1240 en París, en las obras de Alberto Magno y de Alejandro de Hales, y no en Italia. La crítica de Freudenthal a Kluxen alude principalmente a la negligencia de los asuntos políticos y sociales.21 Es poco probable que en la Francia de aquel tiempo, después de la quema pública de la Guía en Montpellier, provocada por los judíos del norte, esta fuera traducida al latín.22 Freudenthal, para sostener sus tesis, introduce un personaje de la corte llamado Giovanni da Palermo el cual, interesado por la matemática, habría traducido desde el árabe un anónimo escrito, De duabus lineis.23 Este texto es la única traducción latina de una discusión matemática entre los filósofos árabes, en la que se inserta también la Guía de perplejos de Maimónides. Hay que destacar que el texto De duabus lineis fue traducido desde una versión árabe.24 Respondiendo a la pregunta sobre por qué traducir un tratado matemático altamente especializado, cuando la tradición matemática latina no está involucrada en la discusión, encontraremos también la aclaración de su relación con la Guía.25 Se supone que en la corte de Federico II se traduce primero la Guía, y en seguida el tratado De duabus lineis, originado por el interés por el capítulo I, 73 de la Guía.26 Esta es una interesante teoría de Freudenthal, el que por medio del estudio de un escrito matemático contribuye al debate sobre la aparición de la obra maestra de Maimónides en el medioevo latino.
Hasselhoff en un estudio reciente sobre los manuscritos busca sintetizar los estudios anteriores y evidenciar los pros y contras de las dos teorías dominantes: el origen francés del Dux neutrorum y el italiano. Acerca de muchos textos, afirma el estudioso, no tenemos más que incertidumbre, tanto sobre las fechas como sobre la historia de su origen.27 Pero en la búsqueda de alguna traducción latina de Maimónides se pueden distinguir diferentes términos temporales. Uno es 1223-24 (límite 1251), y viene deducido de una serie de cartas que envió Adam de Marisco a Tomás de York. En ellas se encuentra una copia de escritos de un autor que el remitente llama Mater philosophiae y que W. Hunt identifica con el Dux neutrorum.28 Hasselhoff en seguida examina todos los textos latinos atribuidos a Maimónides dudando si adjuntar el Liber de parabola entre los escritos de Maimónides, porque contiene sólo algunas partes de la Guía de perplejos.29 Su destinatario sería un cardenal romano, el autor del escrito Miguel Escoto. Es precisamente este escrito el que tenían en sus manos Guillermo de Auvernia cuando escribía su obra De legibus y, asimismo, Alejandro de Hales. Hasselhoff subraya que la mención de Maimónides en los manuscritos del Liber de uno deo benedicto como del autor del texto es secundaria.30 No se conoce el nombre del traductor ni la fecha, ni el lugar de la traducción. Las primeras atribuciones de este texto a Maimónides se encuentran entre 1230-1245 en algunos autores. Estos pero no siempre utilizan la copia escrita en latín.31
Hablando sobre el Dux neutrorum Hasselhoff distingue diferentes posiciones que han tenido el consenso de los estudiosos. La primera es la de Steinschneider, presentada por Thorndike, el cual ubica la traducción de la Guía en el año 1220, en la corte siciliana. Esta fecha es para Hasselhoff demasiado adelantada.32 Por otra parte, Wolfgang Kluxen sitúa la traducción de la Guía en la Francia meridional basándose sobre los acontecimientos de los manuscritos, y da por cierto que algunos autores conocían su entera traducción desde el año 1230. Freudenthal, por su parte, rechaza esta tesis con argumentos históricos. Hasselhoff resume la discusión formulando cuatro puntos a favor de la hipótesis que coloca la traducción de la Guía en Italia, y otros tantos puntos contrarios a esta posición.
A favor de la hipótesis italiana: 1. El emperador Federico II ha conocido la obra de Maimónides. 2. Miguel Escoto en su Liber introductoris cita de memoria Maimónides parafraseándolo. 3. Si Freudenthal está en lo correcto, entonces hay una conexión entre la traducción del escrito De duabus lineis y la traducción del Dux neutrorum. 4. Los primeros autores que citan el Dux neutrorum se encuentran en París. ¿Cómo, en tal caso, llega la traducción desde Italia hasta París? A través de la enseñanza de Pedro de Hibernia que fue maestro de santo Tomás. Pedro de Hibernia formaba parte del círculo intelectual que comprendía Moisés de Salerno y otros doctos judíos, por lo tanto conoció la obra de Maimónides. Tomás de Aquino encuentra Alberto Magno en el 1245 y ambos empiezan a citar Maimónides. Se necesita sin embargo indagar si Alberto, antes de encontrar a Tomás, tenía en sus manos la traducción Dux neutrorum o conocía sólo el Liber de uno deo benedicto.33
Cuatro argumentos contrarios: 1. El Dux neutrorum, cómo lo ha mostrado Kluxen,era apenas conocido antes del 1245. 2. El texto Mater philosophiae fue enviado de París a Oxford en el 1251; esta fecha es muy avanzada para un libro de gran valor. El Dux neutrorum, conocido en los ambientes ingleses cómo Mater philosophiae, era entonces más bien un libro nuevo. 3. No hay evidencias que la traducción hebrea de Al-Harizi, sobre la que se basa el Dux neutrorum, fue utilizada en Italia, dado que Ya’aqov Anatoli era pariente de Samuel ibn Tibbon. 4. Se demostró que la traducción latina del Moreh en el reino de Federico no era la única traducción en circulación.34 Hasselhoff concluye el artículo ampliando el campo de un posible lugar de traducción que incluiría España, Francia septentrional y la meridional, e Italia.35 Constatando eso nos deja en la espera de algún manuscrito, encontrado casualmente en una biblioteca, con la firma del traductor y la fecha del manuscrito en la margen.36
Mauro Zonta, el editor de una reciente traducción italiana de la Guía de perplejos, resume en un artículo los estudios sobre las traducciones de la Guía en Europa medieval, formulando algunas propias hipótesis.37 Siguiendo diferentes estudios, sobre todo los de Steinschneider38 y de Haskins39, él también identifica tres textos latinos de la Guía. El Liber de parabola y el Dux neutrorum habrían sido redactados en el círculo de los estudiosos en la corte de Federico II, en Italia meridional y el Liber de deo uno benedicto en París. El primer texto se puede atribuir al astrólogo del emperador – Miguel Escoto – mientras el segundo, siguiendo los estudios de Freudenthal, a un personaje cercano al traductor de la corte que es Giovanni de Palermo.40 Todo esto es discutible, cómo aparece de las arriba mencionadas investigaciones de Kluxen y de Schwartz41, que establecen el origen del Dux neutrorum en Provenza, relacionándolo con la traducción hebrea nacida poco antes en el mismo lugar. Además, según Hasselhoff, el Dux neutrorum y el Liber de uno deo benedicto habrían sido compuestos en París entre 1242-1244 por Nicolas Donin, un judío convertido enlazado con los ambientes de la Sorbona y no en la Provenza.42 Zonta, interesado mayormente en la tradición judía de la Guía, prosigue su estudio, identificando en el escrito Malmad ha-talmidim (Instrucción de los estudiantes) de un judío provenzal Ja’aqov Anatoli, el fruto de una colaboración con algunos doctos judíos y cristianos, entre los cuales aparece Miguel Escoto. Este último, según Anatoli, conoce bien la obra de Maimónides y sigue su interpretación de pasos bíblicos.43 Zonta también atribuye la composición del Liber de parabola a Escoto, con la ayuda de Anatoli, que es pariente de Samuel Ibn Tibbon, sobre la versión del cual se basa este texto latino. El maestro de Tomás de Aquino, Pedro de Hibernia, habría estado involucrado en las discusiones entre doctos judíos y cristianos. El círculo comprendía el primer comentador de Maimónides Moisés de Salerno, Nicolás de Giovinazzo y Anatolio, el hijo de Anatoli.44 Moisès de Salerno conoce una versión latina, probablemente de origen italiano, de la Guía, pero no parece que conociera el Dux neutrorum.
Mercedes Rubio muestra que es posible suponer la procedencia española de la traducción latina. En su apoyo suma, a las hipótesis de Kaufmann y Haskins, la mención de la obra de Maimónides en catálogos de libros de dos obispos de Toledo. Se trata de Don Sancho Aragón que posee el libro llamado Rabi Moyses cuius principium est dixit Moyses egipcius y de Don Gonzalo García Gudiel que posee el Dux neutrorum de Rabi Moysen.45 En seguida afirma la necesidad de una investigación más profunda de los manuscritos en los archivos españoles que pueden comprobar la hipótesis del origen español de los textos de Maimónides, mostrando que la lista de manuscritos de Kluxen no era exhaustiva.46 Hasselhoff afirma algo afín sobre la carencia de catalogaciones de manuscritos de Dux neutrorum en los archivos españoles.47 Aproximadamente tres siglos después de la aparición de textos latinos de Maimónides aparece un cristiano de origen judío llamado Agustín Iustiniani, que imprime en el 1520 una traducción latina de Moreh Nevukhim con el título Dux seu Director dubitantium aut perplexorum. La impresión se basa en un manuscrito posteriormente perdido,48 pero que fue con bastante probabilidad el texto que fue conocido por Tomás de Aquino.49 A finales del siglo dieciocho Joseph Perles encuentra en la biblioteca de Münich un manuscrito del Dux neutrorum, suponiendo su traducción en Italia meridional en la corte de Federico II.50 A partir de aquí se originan los estudios apenas presentados por medio de los aportes más significativos y recientes.
4. Hipótesis romana y las cuestiones abiertas
Finalmente este es el lugar donde exponemos nuestras tesis. Como hemos afirmado en la introducción, creemos que se puede establecer una hipótesis de relación entre el manuscrito de Al-Harizi y su traducción latina. Nuestra hipótesis romana se basa sobre la traducción hebrea en la que se basa el Dux neutrorum, y sobre las congruencias cronológicas y tópicas. Afirmamos que hay una relación entre el manuscrito hebreo de Al-Harizi, copiado en Roma en 1234, y entre la completa traducción del Dux neutrorum, que se basa sobre esa traducción.51 La ciudad de Roma es explícitamente mencionada en el manuscrito de Al-Harizi, por lo que se supone que el manuscrito fue copiado en Roma en 1234. Nuestra tesis reforzaría el origen del Dux neutrorum en ambientes eclesiásticos, como lo suponía Hasselhoff. De hecho, el Liber de parabola que es una traducción independiente de la Guía de perplejos, fue también compuesto en Roma en los años 1223-1224 durante el pontificado de Honorio III, y conocido en seguida en Francia mediante la actividad del «cardenal romano».52 Recordamos pero que el Liber de parabola se basa sobre la traducción de Ibn Tibbon. No obstante eso, hay una coincidencia tópica que tiene que ser evidenciada: la aparición de dos traducciones hebreas en el mismo lugar, en un periodo temporal tan breve, no parece ser casual.
Nuestra tesis evita algunas incoherencias cronológicas que se presentan cuando aparecen traductores judíos activos en la corte de Federico II en la segunda mitad del siglo XII, mientras la traducción del Dux neutrorum es datada en la primera mitad del siglo.53 De hecho Kluxen afirma que la completa traducción latina de la Guía de perplejos se conoce después del año 1240.54 De igual manera, Caterina Rigo demuestra que Alberto Magno conoce progresivamente el Dux neutrorum; las versiones parciales basadas en la traducción de Ibn Tibbon y la versión completa, entre los años 1243-1246.55 La hipótesis que hemos llamado «romana» no está ausente de dudas, pero puede proporcionar algunas pistas investigadoras para ser confirmada o negada. A favor de nuestra tesis hay que notar que hay una gran coincidencia en la aparición de los textos mencionados en un breve arco temporal en la misma ciudad, y también la ausencia de los estudios sobre las notas marginales del manuscrito de Al-Harizi. Dado el lugar donde aparecen los textos, el interés por la obra de Maimónides proviene de círculos cristianos y no judíos, aunque la traducción es la obra de uno o más judíos. La comunidad judía parece conocer la obra completa de Maimónides sólo alrededor de 1297; de hecho la comunidad romana envía el rabino Simchah a España a recoger sus manuscritos en hebreo.56 Es entonces muy probable que Dux neutrorum que aparece en el suelo italiano se base en el manuscrito copiado en Roma.
En esta última parte del artículo presentamos cuatro cuestiones abiertas que pueden ser al mismo tiempo nuevas pistas investigadoras, capaces de llevar nuevas explicaciones sobre múltiples hipótesis que compiten por determinar la aún desconocida «verdad histórica».
1. Hay que preguntarse y explicar por qué históricamente tiene más suerte la traducción latina, basada en el texto de Al-Harizi, mientras los traductores presentes en la corte de Federico II son parientes de Samuel Ibn-Tibbon, que hizo una traducción diferente. ¿Sería por su traducción más literal, por su suerte filosófica o por la precedencia cronológica de la traducción latina, utilizada también por los intelectuales judíos? De hecho Moisés de Salerno, escribiendo su comentario a la Guía de perplejos, utiliza también la traducción latina.57
2. Queremos añadir un nuevo argumento contra la hipótesis que sitúa el origen del Dux neutrorum en la corte siciliana. Contra la traducción en la corte de Federico II va el hecho de que el Dux neutrorum contiene errores de traducción filosóficos. Eso supone que su traductor no era un filósofo. Pero los intelectuales judíos presentes en la corte como Anatoli, Yehudah ben Šelomoh ha-Kohen ibn Matqah o Moisés de Salerno son todos filósofos.58 La traducción tiene que tener otra proveniencia. Hay que decir que Maimónides latino es conocido como un interlocutor filosófico, especialmente cuando entra en el mundo latino, y este rasgo se conserva en grande disputa escolástica sobre el aristotelismo.59
3. Dos orientaciones investigadoras en los manuscritos. a) Se necesita investigar en archivos españoles en búsqueda de manuscritos latinos del Dux neutrorum. Los estudiosos han constatado que la lista de manuscritos actualmente conocida no es exhaustiva, no se realizaron las búsquedas en los archivos españoles y, además hay evidencias sobre la presencia del Dux neutrorum en catálogos de dos obispos de Toledo. b) Se necesita estudiar el manuscrito que contiene la copia de Al-Harizi, especialmente sus notas marginales buscando alguna información que puede iluminar la suerte y la génesis de la obra maimonidea en el siglo XIII.
4. Se necesitan investigar más las relaciones entre los círculos de intelectuales en cada región geográfica, especialmente los desplazamientos entre los círculos de los judíos en la Península Ibérica, la corte de Federico II y los ambientes eclesiásticos, domínicos y los círculos de la Sorbona. Un énfasis especial merece el estudio de las tradiciones y traducciones filosóficas y exegéticas que puede delimitar la proveniencia de las traducciones.
1 No es este el lugar de comparación entre las dos escuelas de traducciones rivales.
2 Charles H. Manekin, Y. Tzvi Langermann y Hans Hinrich Biesterfeldt, eds., Moritz Steinschneider. The Hebrew Translations of the Middle Ages and the Jews as Transmitters (Dordrecht: Springer, 2013), 136-141. Es la primera parte comentada de la traducción inglesa de la obra maestra de Steinschneider: Moritz Steinschneider, Die hebräischen übersetzungen des Mittelalters und die Juden als Dolmetscher (Berlin: Kommissionsverlag des Bibliographischen bureaus, 1893).
3 Cf. Manekin, Langermann, y Biesterfeldt, Moritz Steinschneider, 153.
4 Cfr. ibid., 142-143, 156-157.
5 Cfr. ibid., 153, 157.
6 Cf. Mercedes Rubio, Aquinas and Maimonides on the Possibility of the Knowledge of God. An Examination of TheQuaestio de attributis (Dordrecht: Springer, 2006), 274-277.
7 Sobre Guttman hay que decir que fue el pionero de los estudios sobre la influencia de Maimónides en Tomás de Aquino y el punto de partida de mayor número de estudios sobre la influencia del judaísmo en el medioevo latino. Véase: Jacob Guttmann, Das Verhältnis des Thomas von Aquino zum Judentum und zur jüdischen Literatur(Göttingen: Vandenhoeck and Ruprecht, 1891); Jacob Guttmann, Der Einfluß der maimonidischen Philosophie auf das christliche Abendland, in Moses ben Maimon. Sein Leben, seine Werke und sein Einfluß 1, ed. Wilhelm Bacher et al. (Leipzig: Gustav Fock 1908), 175-204.
8 Cfr. Manekin, Langermann y Biesterfeldt, Moritz Steinschneider, 152: «Paris, BN héb 682 is still the only complete copy of al-Harizi’s translation known to exist. It is written in a square Spanish hand of the thirteenth century; the copyist may be Yom Tov ben Shemaia, who also wrote a marginal note on f. 14a. Rome is mentioned but there is no clear indication that the manuscript was copied in that city. There are several long (but unfortunately faint) long marginalia that have not been studied.»
9 Wolfgang Kluxen, “Literaturgeschichtliches zum lateinischen Moses Maimonides,” Recherches de théologie ancienne et médiévale 21 (1954): 43-44; Georg Hasselhoff, “The Reception of Maimonides in the Latin World: The Evidence of the Latin Tranlations in the 13th-15th Century,” Materia Giudaica 6 (2001): 261.
10 Wolfgang Kluxen, “Maimonides and Latin Scholasticism,” en Maimonides and Philosophy, ed.Shlomo Pines y Yirmiyahu Yovel (Dordrecht: Martinus Nijhoff Publishers, 1986), 225: «This is why I think that both [Alejandro de Hales y Guillermo de Auvernia] scholastics derive their knowledge from an anonymous text contained in a Parisian manuscript, which includes a translation of Maimonides’ treatise on the Law from the third book of the Guide of the Perplexed, together with a shorter treatise on biblical parables, Liber de parabolis et mandatis.» El estudio sobre los fragmentos de textos de Maimónides en la Summa de Alejandro de Hales se encuentra en: Louis Israel Newman, “Jewish elements in Christian Philosophy,” en Studies in Maimonides and St. Thomas Aquinas, ed.Jacob I. Dienstag (New York: Ktav Publishing House, 1975), 124-139. Publicado originalmente en Louis Israel Newman, Jewish Influence on Christian Reform Movements(New York: Columbia University Press, 1926): 101-116.
11 Cfr. ibíd., 225; Kluxen en la nota correspondiente (5) admite: «I had overlooked the important part of Roland; it was brought to my attention by Professor Georg Wieland. It confirms my view that origin of the Dux neutrorum is more likely to be located in southern France than in Italy.»
12 Caterina Rigo precisa que Alberto Magno conoce gradualmente la Guía de perplejos, lo que supone la traducción en obra, en los años 1241-1244. Véase Caterina Rigo, “Zur Rezeption des Moses Maimonides im Werk des Albertus Magnus,” en Albertus Magnus, Zum Gedenken nach 800 Jahren: Neue Zugänge, Aspekte und Perspektiven, ed. Walter Senner (Berlin: Akademie Verlag, 2001), 29-66; Rubio, Aquinas and Maimonides, 271.
13 Cfr. Kluxen, “Maimonides and Latin Scholasticism,” 225. La edición crítica de este texto se encuentra en: Wolfgang Kluxen, “Rabbi Moyses (Maimonides): Liber de uno Deo Benedicto,” Miscellanea Mediaevalia IV (1966): 167-182.
14 Véase el artículo de Husik sobre la identificación de esta traducción con algunas partes de la Guía: Isaac Husik, “An Anonymous Mediæval Christian Critic of Maimonides,” Jewish Quarterly Review, 2/2 (1911): 159-190.
15 Rubio, Aquinas and Maimonides, 227: «There are clear indications in Giles’ text that he actually used, besides the well-known Dux neutrorum, a different translation.» Kluxen, por otra parte, excluye la identificación del Liber de parabolis et mandatis con esta otra traducción; cfr. Kluxen, “Maimonides and Latin Scholasticism,” 231, nota 11.
16 Gad Freudenthal, “Maimonides’ Guide of the Perplexed and the Transmission of the Mathematical Tract ‘On Two Asymptotic Lines’ in the Arabic, Latin and Hebrew Medieval Traditions,” Vivarium 26 (1988): 113-140; Gad Freudenthal, “Pour le dossier de la traduction latine médiévale du ‘Guide des égarés’,” Revue des Études Juives 117 (1988): 167-172.
17 Cfr. Freudenthal, “Maimonides' Guide of the Perplexed,” 116: «(…) Maimonides’ Guide of Perplexed was translated into Latin at Frederick’s court in the 1230’s and that De duabus lineis became relevant as a result.»
18 Los motivos por los que estos estudiosos localizan la traducción de la Guía en la corte de Federico II son los siguientes: «1. The emperor Frederick himself displayed an early acquaintance with, and interest in the Guide. 2. Various Hebrew sources report on a meeting, or at least a correspondence, between Frederick and al-Harizi, from whose Hebrew rendering of the Guide the translation into Latin was made. 3. Writing in Southern Italy as early as the 1240’s, Moses ben Salomon of Salerno, a student of Jacob Anatoli and the very first commentator on the Guide, was already acquainted with the Latin translation which he quotes five times.», en ibíd., 123.
19 Cfr. ibíd., 124.
20 Nieto de Samuel ibn Tibbon, el primer traductor de la Guía del árabe.
21 Cfr. ibíd., 125: «…the main weakness of Kluxen’s view is that it completely disregards the social and political context of the time which makes it virtually impossible to think that the Guide was translated in southern France, but which, inversely, makes very plausible the thesis that is was translated at Frederick II’s instigation, along with Averroes’ writings.»
22 Cfr. ibíd., 127-128: «In 1233, then, the Guide had not yet been translated into Latin for, as Kluxen pointed out, the indiscriminating passages had to be translate for the inquisitors. It is very unlikely, I believe, that a Christian residing in Southern France would choose to translate the Guide into Latin just after had been condemned and burnt there by the ecclesiastical authorities; and it is almost absurd to believe, as Kluxen does, that the Dominicans themselves would translate a book they had just put on the stake as heretical.»
23 Cfr. ibíd., 120. Por otra parte, el nombre del maestro Juan da Palermo aparece en un manuscrito de la primera redacción, es decir en un manuscrito latino del De duabus lineis traducido de árabe; cf. Freudenthal, “Pour le dossier,” 171.
24 Cfr. Michael Clagett, “A Medieval Latin translation of a Short Arabic Tract on the Hyperbola,” Osiris 11 (1954): 359-385.
25 Cfr. Freudenthal, “Pour le dossier,” 171: «La traduction latine du De duabus lineis a sa raison d’être dans le Guide des égarés: il est en effet difficile d’envisager une autre raison susceptible d’expliquer pourquoi Jean de Palerme a choisi de traduire justement ce petit traité anonyme en marge des grandes traditions mathématiques d’alors.»
26 Cfr. Freudenthal, “Maimonides’ Guide of the Perplexed,” 23: «(…) De duabus lineis came in the wake of the translation into Latin of Maimonides’ Guide of the Perplexed at Frederick’s court: the Latin version of our treatise owes its existence to the fact that it bears upon an interesting passage of the Guide, one which was particularly intriguing to a ruler with a bent for mathematics.»
27 Cfr. Hasselhoff, “The Reception of Maimonides,” 260: «Except for a few translations with explicit dates, most of the translations remain uncertain as to time and history of their origin.»
28 Cfr. Wilhelm Hunt, “Manuscripts Containing the Indexing Symbols of Robert Grosseteste,” Bodleian Library Record 4 (1953-54), 246, n. 3; Hasselhoff, “The Reception of Maimonides,” 260.
29 Véase Hasselhoff, “The Reception of Maimonides,” 261.
30 Cfr. ibíd., 263: «That is the reason why it is quite likely that further copies might exist which are not known yet.»
31 Cfr. ibíd., 264: «At this very moment I tend to say that the first Christian scholars who mentioned Maimonides by name are Roland and Moneta of Cremona, Alexander of Hales and Albert the Great. Roland reproduces oral information whereas Moneta and Alexander seem to use this tract. Finally, Albert makes use of Maimonides on a number of occasions. Quite often he mentions the Liber.»
32 Cfr. ibíd., 264: «In addition, I think the year 1220 is too early a date for the translation, if one does not assume that the translation was not used for more then twenty years.»
33 Cfr. ibíd., 265.
34 Cfr. ibíd., 266.
35 Cfr. ibíd., 269-270.
36 Ibíd., 269: «It seems that we have to leave the question open until we find a contemporary notice or a letter indicating the name of the translator and the place where he lived and translated.»
37 Mauro Zonta, “Traduzioni e commenti alla Guida dei perplessi nell’Europa del secolo XIII: a proposito di alcuni studi recenti,” en Maimonide e il suo tempo, eds. Geri Cerchiai y Giovanni Rota (Milano: Francoangeli, 2007), 51-60.
38 Cfr. Steinschneider, Die hebräischen übersetzungen, 432-434.
39 Cfr. Charles H. Haskins, Studies in the History of Mediaeval Science (Cambridge: Harvard University Press, 1927), 282.
40 Cfr. Zonta, “Traduzioni e commenti,” 53-54.
41 Cfr. Yosi Schwartz, “From Negation to Silence: Maimonides Reception in the Latin West,” Iyyun XLV (1996), 389-406 (en hebreo).
42 Cfr. Zonta, “Traduzioni e commenti,” 54.
43 Cfr. ibíd., 54-55.
44 Cfr. ibíd., 56. Para más datos sobre los personajes mencionados se puede consultar: Giuseppe Sermoneta, “Per una storia del tomismo ebraico,” en Tommaso d’Aquino nella storia del pensiero. Vol I: Le fonti del pensiero di san Tommaso, Atti del Congresso Internazionale Tommaso d'Aquino nel suo settimo centenario (Napoli: Edizioni Domenicane Italiane, 1974), 355: «Mosè da Salerno che studiava la Guida dei Perplessi col domenicano Niccolò da Giovinazzo, e che, forse, collaborò alla traduzione dell’opera dall’ebraico in latino, nel suo commento alla Guida cita più volte Pietro de Ibernia, il maestro di San Tommaso, col quale ebbe rapporti nello Studio napoletano poco dopo il 1250.»
45 Cfr. Rubio, Aquinas and Maimonides,272.
46 Cfr. ibíd., 272-273.
47 Cfr. Hasselhoff, “The Reception of Maimonides,” 266: «Up to the year 2000 thirteen manuscripts of the Dux neutrorum are known in scholarly writings. None of these is known on the Iberian peninsula either because there have not been any or they or there were destroyed and lost or they have not been catalogued until today.»
48 Cfr. Fausto Parente, “Quelques contributions à propos de la biografie de Sixte Sienne et de sa (prétendue) culture juive,” en Les églises et le Talmud. Ce que les chrétiens savaient du judaïsme (XVIe-XIXe siècles), ed. Daniel Tollett (Paris: Université Paris-Sorbonne, 2006), 74.
49 En una carta (1680) Richard Simon escribe: «Il est constant que Justiniani Evêque de Nebio, n’a point traduit de nouveau cet Ouvrage de fameux R. Moïse. Il y en avait une version bien plus ancienne qui est citée par Saint Thomas, par Broduardien, [sic : Thomas Bradwardine] et par quelques autres theologiens. J’en ai vû depuis peu en Sorbonne un exemplaire écrit d’une bonne main (…) Justiniani qui étoit alors à Paris, où il enseignoit la langue Hébraïque, avec une bonne pension qui lui donnoit François I. y fit imprimer cette ancienne version Latine du Moré Nevokim.», en Parente, “Quelques contributions,” 74, nota 48.
50 Joseph Perles, “Die in einer Münchener Handschrift aufgefundene erste lateinische Übersetzung des Maimonides ‘Führers’,” MGWJ 24 (1875), 9-24, 67-86, 99-110, 149-159, 205-218, 261-268; Parente, “Quelques contributions,” 74, nota 47.
51 Cfr. Manekin, Langermann, y Biesterfeldt, Moritz Steinschneider, 152: «Soon after Samuel (1205–13) the famous poet Judah al-Harizi translated the Moreh. This translation was published on the basis of a single ms. (written in Rome 1234) by Leon Schlosberg (…).» Véase la nota 8 del presente artículo con el comentario de los editores en la reciente traducción inglesa de la obra maestra de Moritz Steinschneider.
52 Cfr. Hasselhoff, “The Reception of Maimonides,” 261.
53 Se trata de Moisés de Salerno y Nicolás de Giovinazzo; véase la afirmación de Caterina Rigo en Rubio, Aquinas and Maimonides, 270.
54 Cfr. Kluxen, “Maimonides and Latin Scholasticism,” 225.
55 Cfr. Rubio, Aquinas and Maimonides, 271.
56 Abraham Geiger, Wissenschaftliche Zeitschrift für Jüdische Theologie, vol. 4 (Stuttgart: Brodhag 1838), 188-192.
57 Cfr. Luciana Pepi, “Lettori e letture di Maimonide nell’Italia meridionale,” Materia Giudaica XI/1-2, 163.
58 Cfr. ibíd., 161-163.
59 Kluxen, “Maimonides and Latin Scholasticism,” 229: «It is significant that Albert the Great accepts Maimonides only as a «philosophus», and does not admit his authority in a theological context.»; cf. Charles Singer y Dorothea Singer, “Jewish Elements in Thirteenth-Century Scholasticism,” en Studies in Maimonides and St. Thomas Aquinas, ed.Jacob I. Dienstag (New York: Ktav Publishing House, 1975), 171-176. Otro testimonio del influjo de Maimónides-filósofo lo podemos encontrar en un famoso texto llamado Errores philosophorum, escrito a eso del año 1270, aunque pone en un mal pie el pensamiento del autor judío.