Convocatoria Dossier. Palabra-cuerpo: políticas de escritura en el siglo 21
Durante la última década aparecen en Abya Yala-las Américas escrituras que parten de una politicidad propia, forjada al calor de las transformaciones culturales y sociales dadas por los feminismos y los procesos sociales lgttbiq+. Dichas escrituras, con frecuencia concebidas como prácticas de intervención, abren mundos de visibilidad signados por lesbianas, autores no binaries, queer, travestis, trans, mujeres. Sin que esto constituya un catálogo de representaciones ni una segmentación identitaria, conforma, por el contrario, un gesto multiplicado y diseminado en lenguas, lenguajes y estéticas tan diversos como confluyentes: se trata de ir hacia lo jamás dicho antes, aquello a medias nombrado, lo indecible, en pos de renovadas políticas de escritura que buscan decir el cuerpo y sus existencias. ¿Qué no ha sido nombrado que ahora abordamos desde la palabra y las fuerzas que ella nos ofrece?
Si algo caracteriza la escritura contemporánea en este marco de reflexión es la creciente disociación entre el cuerpo –sexo– y el género en términos biologicistas. Los paradigmas de sustrato biológico sobre los que se sostiene la cultura y que se fundan en la pareja macho-hembra de la especie humana han sido minados por mundos y apuestas de sentido que la hacen estallar en múltiples direcciones al fugar de dichas lógicas. Históricamente, se han llamado feminismo, existencia lesbiana, transexualidad, movimiento social lgttbiq+, epistemologías trans, teoría queer, las miradas y políticas diseñadas para este estallido si hablamos en términos de condición política de género. Queremos pensar en las estéticas que se fraguan con dichas políticas, sean implícitas, indirectas, tematizadas, explícitas o activistas.
La producción textual que se mueve en estas coordenadas asume que lo literario, lo político, lo social, la atraviesan de antemano, no recurre al problema dicotómico de política vs. estética. Por el contrario, su pregunta vital se centra en la creación de lenguajes posibles para nombrar un presente dado por el estallido del cuerpo, su lugar en los mundos de la vida y las tensiones que allí se establecen con el trabajo a muerte, la tierra, las migraciones, la enfermedad o la discapacidad, entre otros. Las coaliciones sociales, las multitudes indignadas, los cuerpos colectivos, forman amalgamas que hace mucho han ampliado los conceptos tradicionales de lo antipatriarcal para repolitizarlo en pos de existencias que rebasan la cis-ciudadanía nacional y el régimen político del binarismo de género. Estos modos de concebir lo vivo crean condiciones de enunciación particulares que producen a la vez comunidades, subjetividades, multitudes, digitalidades de enorme poder desestructurante.
Por otro lado, el pulso de estos fenómenos sociales y culturales, in crescendo, ha agitado los marcos tradicionales en que circula la escritura publicada. Aparecen ligados a ellos proyectos estéticos, experimentos culturales, poéticos, que abarcan la conformación de colectivos editoriales y de escritura, ferias de fanzines, cartoneras, cuentas en redes sociales, festivales de poesía, recitales y encuentros slam, talleres, revistas literarias y editoriales de autogestión o piratería, que desbordan el discurso y producen otras cosas con la palabra. Lo editorial no se limita ya a la autoridad ni al paradigma del “autor exitoso” vinculado a una economía tradicional. Aquello que se escribe, cómo circula, con quién se comparte, de qué modos se disemina, crea también economías alternativas. Se trata de un clima de época que hace foco en gestos escriturales de rebelión que se comprometen con la construcción de condiciones de enunciación propias y que, a la par, parecen haber tomado la tarea histórica de hacer emerger lenguajes para otros mundos.
Este juego de estéticas y políticas suscita un carácter performativo múltiple: de nominación de la experiencia del cuerpo en clave propia, de denuncia, de propuesta de reorganización del mundo y la vida en función de lo anterior. Observamos así una exploración vigorosa de posibilidades de agencia, celebración, deseo, en escrituras que no se limitan a los elementos testimoniales del relato de hechos en calidad de víctimas o sobrevivientes. El daño, la discriminación, la desposesión, el despojo, son integrados con horizontes políticos y vitales amplios, de reapropiación de la vida, la palabra y el aliento mismo para respirar. Esto quiere decir que también las identidades cerradas se ven desbordadas por modos alternos de asumir las heridas en medio de las cuales vivimos. Los decires feministas, disidentes en estos sentidos y otros, son dueños de una potencia que desplaza las fronteras entre lo dicho y lo no dicho a la luz de distintos contextos históricos y culturales. Este desplazamiento de los límites de lo decible porta una historia de silencios y ausencias, gritos inarticulados, de habla en los bordes, capaz de forjar una palabra a contrapelo que nombra lo vital y lo festivo tanto como la vulnerabilidad y la precariedad.
En momentos históricos en los que las correlaciones de fuerza y las conquistas de las luchas de las mujeres y las disidencias sexogenéricas producen remezones globales pero también reacciones ultraconservadoras, estas experiencias logran arrebatarle al silencio y a los discursos dominantes una fuerza de enunciación. Hay una dimensión de estos estallidos que es no solo social, sino también civilizatoria. El estallido de la palabra, del relato antes silenciado, el estallido del deseo, exploran lenguajes que buscan expandir lo conocido. Uno de los signos de este remezón es la repolitización de muchos feminismos que hoy buscan expandirse hacia horizontes transfeministas a fin de marcar un necesario distanciamiento de los feminismos transexcluyentes o de aquellos institucionalizados por medio del mercado, el oenegeísmo o el estado.
Esta propuesta busca trabajos que se interroguen acerca de escrituras provenientes de los lugares hasta aquí descritos. A la vez, la presente reflexión debe interpelar el quehacer académico mismo, sus supuestos epistemológicos y las economías que pone en marcha. ¿Cómo encontrarnos para poner en valor estas escrituras, hacerlas conocidas, pensar en los modos de lectura que demandan y construir lugares anti-patriarcales al investigar, elaborar, encontrarnos en un dossier?
Buscamos indagar en textos de esta textura, sus condiciones de producción y circulación, sus poéticas, estéticas, posicionamientos políticos y los trazados de genealogías que proponen, a fin de mostrar la materialización del clima de época al que proponemos atender. De ahí que nos interesen también las modulaciones discursivas de los textos, sus modos de tematizar y poetizar la experiencia, así como la exploración de la pregunta sobre la relación entre lo que vivimos y lo que somos capaces de escribir. Invitamos a explorar cualquiera de estas dimensiones a fin de conocer lo que en estar coordenadas se esté escribiendo a lo largo del continente. Esperamos que este dossier sea un espacio hospitalario para compartir lecturas, reflexión, análisis o traducción en torno a las escrituras del presente que nos están proponiendo modos renovados y expandidos de nombrar el cuerpo y sus existencias posibles.
Coordinan:
Cristina Burneo Salazar (Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador)
Fabiana Grasselli (INCIHUSA, CONICET – FCPyS, UNCuyo, Argentina)
Fecha de recepción de los trabajos: 30 de abril de 2023
Pautas para la presentación en trabajos.