Literatura, Malvinas y mujeres: una lectura en clave feminista

Abstract

En este artículo abordaremos la construcción ficcional de las mujeres en la literatura de Malvinas y la leeremos desde las epistemologías feministas en tanto es necesario revisarla, desde las configuraciones tradicionales patriarcales que reparten posiciones de sujetos entre lo público y lo privado, lo político y lo familiar, lo racional/instrumental y lo emocional en tanto formaciones que construyen y sostienen los imaginarios poéticos y políticos.

Si bien la literatura se constituye como el discurso capaz de abordar críticamente la guerra de Malvinas, una deuda que en estos 40 años ni el discurso historiográfico ni el político parecerían poder asumir, en relación con el lugar y el rol de las mujeres en la guerra, asume la misma construcción significativa que los tradicionales discursos del patriarcado militar y militarizado. Las mujeres son una ausencia en el campo de la representación política y social de la guerra (sólo en los últimos años se comienzan a elevar las voces de las mujeres que participaron en Malvinas) y, también, en el campo literario y de la imaginación estética. En los discursos testimoniales, en los discursos políticos actuales y en la misma representación en la literatura, las mujeres profesionales de la salud que participaron en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS) son significadas como “ángeles”, “como una madre, hermana o novia”, “capaz de dar consuelo o afectividad” para los soldados heridos sin densificar la representación del rol central profesional que desempeñaron en la guerra o como “prostitutas”, “putas”, “histéricas argentinas”, etc.

En ese sentido, proponemos nuestra (la mía, en este caso) propia lectura desde una epistemología feminista que me sitúa como sujeto de mirada, como sujeto que enlaza mi propia corporidad y subjetividad localizada en el ser mujer que comparte la historia del desplazamiento de las mujeres de los centros del saber y del poder; desde ese posicionamiento es que se construye esta lectura crítica, esta construcción de conocimiento situado. Como sostiene Haraway ¿con la sangre de quién se crearon mis ojos? (1995:15) ojos como sinécdoque de una mirada crítica posicionada y localizada (abierta, inestable, parcial, por momentos tensa) desde donde se juegan posicionamientos epistémicos y políticos y en los que se resuelve, según Haraway, la pretendida objetividad del conocimiento; una objetividad como racionalidad posicionada que propone leer las representaciones estereotipadas de las mujeres en la guerra de Malvinas.